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Identifican las neuronas que devuelven la capacidad de andar en pacientes con parálisis

El cerebro y las larguísimas conexiones que recorren el cuerpo entero han sido, siguen siendo y posiblemente serán lo que en términos técnicos podríamos denominar un follón de mil demonios. Es así y más vale reconocerlo. Al fin y al cabo, hasta hace muy poco nuestra capacidad para ver y trastear bajo el cráneo o dentro de las vértebras era limitadísima. Afortunadamente, eso ha empezado a cambiar y noticias como la de hoy son una buena muestra.

Y es que lo que un pequeño equipo de investigadores del Instituto Federal de Tecnología de Suiza han conseguido es identificar las células que promueven la recuperación tras una lesión crónica de la médula espinal.

Casi un milagro. Para ser más concretos, el equipo de Grégoire Courtine seleccionó a nueve personas con una parálisis total (o parcial) por una lesión de este tipo y los sometieron a un tratamiento de estimulación eléctrica epidural. Los resultados fueron llamativos: todos los pacientes recuperaron o mejoraron inmediatamente su capacidad para caminar durante el tratamiento y mostraron mejoras en la movilidad después de cinco meses de tratamiento y rehabilitación con esta tecnología.

¿Qué está pasando ahí dentro?. Esa es la pregunta que se hizo la gente de Courtine. Sí, funcionaba, pero ¿por qué? Para explorar el mecanismo subyacente de este tratamiento y teniendo en cuenta las limitaciones de la realización de experimentos en humanos, los investigadores desarrollaron un «modelo de ratón» con el que replicar las características clave de la neurorrehabilitación a través de esta estimulación eléctrica epidural.

Además, crearon un mapa unicelular de expresión génica en varias neuronas de la médula espinal del ratón. Con ambas herramientas, los autores se dieron de frente con un tipo específico de neurona excitatoria que (según creen) desempeña un papel importante en la restauración de las funciones motoras después de las lesiones. La clave que han descubierto (y por lo que aún no la habíamos encontrado) es que estas neuronas no son necesarias para caminar en personas sin lesiones en la médula espinal.

Mirar hacia sitios que antes no mirábamos. Parece un descubrimiento pequeño, peor lo cierto es que estos resultados mejoran nuestra comprensión de los mecanismos de rehabilitación medular y, sobre todo, de qué hace la estimulación eléctrica. Sin embargo, los mismos autores señalan que la cosa es más compleja.

Hay otras neuronas en el cerebro y la médula espinal que también contribuyen a la recuperación de las funciones motoras y, evidentemente, se necesitan más estudios. Lo que quizás sí cambie a raíz de este trabajo es la insistencia con la que los científicos miran cosas que son «inútiles» en personas sanas. Ahí, parece, se esconde buena parte de lo que estamos buscando.

Fuente: xataka.com