Identifican 6.500 genes cuya expresión difiere entre el hombre y la mujer

Hombres y mujeres diferimos de formas más o menos obvias, y ello incluye el predominio de ciertas enfermedades o reacciones ante fármacos. ¿Cómo está todo ello conectado con el sexo de cada cual? El equipo de Moran Gershoni y Shmuel Pietrokovski, del Instituto Weizmann de Ciencia en Israel, ha comprobado que varios miles de genes humanos son expresados (para hacer proteínas) de un modo que difiere entre un sexo y el otro.

Lo descubierto indica que ciertas mutaciones dañinas en estos genes en particular tienden a acumularse en la población en frecuencias relativamente altas, y el estudio explica porqué. El mapa detallado de estos genes proporciona evidencias de que los varones y las mujeres sufren una especie de evolución separada, aunque interconectada.

Hace varios años, Pietrokovski y Gershoni se preguntaron por qué la incidencia de ciertas enfermedades humanas es tan alta. Concretamente, alrededor del 15 por ciento de las parejas que intentan concebir son definidas como no fértiles, lo cual sugiere que las mutaciones que dañan la fertilidad están bastante extendidas. Esto parece paradójico: el sentido común dice que estas mutaciones, que afectan directamente a la supervivencia de la especie al reducir el número de descendientes, deberían haber sido rápidamente eliminadas por la selección natural. Pietrokovski y Gershoni mostraron que las mutaciones en los genes específicos de la formación de esperma persisten precisamente porque dichos genes son expresados solo en hombres.

En el nuevo estudio, los investigadores han ampliado sus análisis para incluir genes que, aunque no necesarios para la fertilidad, son expresados de manera diferente en los dos sexos.

Pietrokovski y Gershoni examinaron minuciosamente alrededor de 20.000 genes codificantes, clasificándolos por sexo y buscando diferencias de expresión en cada tejido. Al final identificaron unos 6.500 genes con actividad que en al menos un tejido es distinta dependiendo del sexo. Por ejemplo, han hallado genes que se expresan mucho más en la piel del hombre que en la de la mujer, y se dieron cuenta de que estos están relacionados con el crecimiento del vello corporal. La expresión genética para el desarrollo muscular también tiende a ser mayor en los hombres; y la adecuada para un mayor almacenamiento de grasa es superior en las mujeres.

Fuente: noticiasdelaciencia.com