En el árbol de la vida, los seres humanos compartimos una rama con una diversidad de criaturas, todas con una cosa en común: una columna vertebral. Esta única característica compartida es suficiente para agruparnos con perros, peces y lagartos, en un grupo llamado filum. Pero ahora, investigadores de la Universidad de Queensland (UQ) en Australia han descubierto una serie de miles de organismos tan únicos, que no encajan en ningún filum existente.
En el centro de esta investigación esta una técnica relativamente nueva conocida como metagenómica, la cual implica secuenciación de todo el ADN en una muestra de un medio ambiente.
A partir de una base de datos internacional de más de 1.500 metagenomas, el equipo de investigadores reconstruyó los genomas individuales de 7.280 nuevas bacterias y 623 nuevas arqueobacterias De estos microorganismos, aproximadamente un tercio eran diferentes a lo que los científicos habían visto antes, lo que justificaba la creación de 17 nuevos filum bacterianos y tres nuevos filum arqueobacterias.
Gene Tyson, autor principal del estudio, señala: “El valor real de estos genomas es que muchos son evolutivamente distintos de los genomas previamente recuperados, los cuales aumentan la diversidad evolutiva abarcada por ambos árboles bacterianos y arcaicos del genoma por más de 30 por ciento.”
Los microorganismos son notoriamente difíciles de estudiar. Los científicos sólo han sido capaces de cultivar con éxito entre uno y dos por ciento de todas las bacterias y arqueobacterias conocidas en laboratorio, por lo que analizarlas en sus condiciones naturales a través de la metagenómica puede ser la única manera de estudiar el resto.
A pesar de su minúsculo tamaño, estos microbios pueden tener un enorme impacto en nuestro mundo.
En este momento, la resistencia a los antibióticos es un problema global de proporciones épicas. Los microbios han descubierto cómo adaptarse a los antibióticos que actualmente se prescriben para tratar problemas de salud, y esta resistencia ha cobrado la vida de un número significativo de personas.
Las nuevas formas de antibióticos se descubren casi exclusivamente en bacterias y hongos, por lo que las especies recién descubiertas por los investigadores de la UQ, podrían eventualmente servir para el desarrollo de mejores antibióticos que sean eficaces contra estas “superbacterias”.
Más allá de los muchos usos potenciales de estos organismos recién identificados, su mero descubrimiento es emocionante por lo que nos puede decir sobre el mundo que compartimos.
Donovan Parks, investigador de la UQ, expresó: “Todas las preguntas que tenemos acerca de los eventos evolutivos antiguos, pudieran encontrar respuestas teniendo más genomas que ofrezcan una mejor información al respecto; este estudio es un gran paso en ese objetivo.”
Fuente: tekcrispy.com