Experto explicó las ventajas de tener perros y gatos durante la pandemia del COVID-19

Marín Heredia, veterinario de la UNAM, aseguró que los dueños de animales de compañía experimentan una mejora en su bienestar emocional y su salud

El confinamiento por el COVID-19 ha causado enormes niveles de estrés, ansiedad e incertidumbre. Y para sobrellevar este tsunami de emociones, uno de los mejores remedios es tener una mascota.

Según explicó el veterinario y zootecnista de la UNAM, Jesús Marín Heredia, se ha comprobado que los animales de compañía generaron un gran bienestar emocional a sus dueños durante la pandemia, mejorando su salud física y mental.

“Nunca pensamos que esta pandemia pudiera prolongarse tanto. Afortunadamente los animales ayudan mucho. Y hasta el contacto visual con un pez da una sensación de bienestar. […] Definitivamente, la ventaja psicológica es brutal. Hay una diferencia enorme, eso nos lo han comentado algunos psicólogos que sí lo han notado, incluso hay algunos estudios publicados donde se ve que el nivel de estrés y la presión arterial de las personas [con mascotas] se ha estabilizado. Y se ha medido su bienestar emocional y es mucho mejor teniendo un animal de compañía que sin tenerlo”, dijo el experto.

Marín Heredia reveló que en este sentido, se ha comprobado que la mascota que reporta mayores ventajas es el gato.

“Ante un mismo tratamiento, personas con tendencias a hipertensión, están mucho más controladas si tienen una mascota. El animal que tiene un mejor efecto sobre la presión arterial es el gato. Los adultos mayores que acarician un gato son más felices. En hospitales a las personas de la tercera edad muchas veces les llevan a los gatos para que los acaricien y les cambia enormemente su bienestar físico y mental. Incluso con encefalogramas se ha demostrado que cambia la actividad cerebral y se vuelven más relajados”, apuntó el veterinario.

Como era de esperar, al gato le sigue el perro. Pero también hay estudios que han detectado estos efectos positivos en personas que conviven con hurones, peces o reptiles: “Obviamente con el que más nos sentimos identificados es con el perro y el gato”, indicó.

Sobre la posibilidad de que una mascota contagie a su dueño de COVID-19, Marín Heredia fue tajante: esto no se ha podido comprobar. Hasta ahora solo se sabe que en muy pocos casos, el SARS-COV-2 consiguió replicarse en células de animales, pero nunca se reportaron enfermedades graves.

“Sobre todo cuando empezó a salir todo este boom de información y de temor, empezaron a buscar por todos lados, y bien se dice, ¿no? Cuando se busca, se encuentra. Y obviamente por ahí hubo gatos, perros, que les hicieron pruebas y salieron positivos, de animales que convivían con personas enfermas. Entonces, sí tuvo capacidad de replicarse, pero en ningún caso y te puedo decir hasta la fecha, después de tantos millones de contagiados, de millones de muertes incluso a nivel mundial ya reportadas, no ha habido un solo caso de animales con enfermedad grave. Y no ha habido ningún caso que se haya podido confirmar una posible transmisión del animal al humano”, zanjó el veterinario.

A pesar de ello, dijo que los propietarios de mascotas deben tomar medidas si contraen coronavirus. La primera es guardar una sana distancia, y evitar el contacto con su perro o su gato. Si viven solos con su ellos y deben alimentarlos, recomendó lavarse bien las manos antes de manipular los utensilios en los que comen.

“Una cosa es quitarse miedos injustificados y otra es no tener las precauciones mínimas. La precaución general es la distancia, incluso con la mascota. Hay veces que la persona vive sola, se contagió de COVID, y es quien cuida de la mascota. Lo que tiene que hacer es sana distancia, lavarse las manos antes de darle de comer, después de darle de comer, y de manipular sus utensilios. Esto no quiere decir que el animal pueda contagiar”, insistió.

En cuanto a los efectos psicológicos que pueden sufrir los perros y gatos cuando volvamos a la normalidad, y empecemos a pasar más tiempo fuera de casa, el experto dijo que estos pueden ser muy perjudiciales. Por ello, explicó que lo mejor es que esta vuelta sea gradual.

“Una vez que vaya pasando todo esto, esperemos que en cierta forma todo vaya siendo paulatino, escalonado, y que no sea brusco que estuve un año dentro de casa y ahora voy a estar de repente en mis actividades escolares o de trabajo al 100%. Siempre intentar evitar esos cambios bruscos porque a nivel psicológico le podemos llamar en los animales etológico, a nivel conductual, les puede afectar mucho y a veces llegan a requerir terapias”, agregó.

Fuente: infobae.com