Estallidos en la actividad cerebral reactivan la memoria
Las principales teorías proponen que el sueño representa un momento oportuno para que se estabilicen recuerdos importantes y nuevos y hace tiempo que se sabe qué ondas cerebrales se producen durante el sueño. Pero en un nuevo estudio, los investigadores se propusieron comprender mejor los mecanismos cerebrales que protegen el almacenamiento de recuerdos. El equipo de las universidades de Northwestern y Princeton, en Estados Unidos, quería encontrar evidencia más directa y precisa sobre la participación de una ola de sueño en particular, conocida como el “huso del sueño”.
En el estudio, los husos de sueño, descritos como estallidos de actividad cerebral que duran alrededor de un segundo, se relacionaron con la reactivación de la memoria, según un artículo sobre este trabajo publicado este jueves en la revista ‘Current Biology’. “El aspecto más novedoso de nuestro estudio es que encontramos que estos husos se producen rítmicamente, cada tres o seis segundos, y este ritmo está relacionado con la memoria”, dice James W. Antony, primer autor del estudio e investigador postdoctoral en el laboratorio de memoria computacional de Princeton.
Tres experimentos exploraron cómo los recuerdos recientes se reactivan durante el sueño. Mientras los voluntarios echaban una siesta por la tarde, se escuchaban señales de sonido subrepticiamente; cada una de ellas vinculada a un recuerdo específico. El experimento final de los investigadores mostró que, si las señales se presentaban en momentos oportunos de manera que los husos pudieran seguirlas, era más probable que se conservaran los recuerdos vinculados. Si se presentaban cuando era improbable que siguiera un huso, era más probable que se olvidaran los recuerdos asociados.
El momento clave para la reactivación de recuerdos
“Un aspecto particularmente notable del estudio fue que pudimos monitorizar husos momento a momento mientras la gente dormía”, destaca la autora principal, Ken A. Paller, profesora de Psicología en la Facultad de Artes y Ciencias Weinberg de Northwestern. “Por lo tanto, podríamos saber cuándo el cerebro estaba más preparado para impulsar la reactivación de la memoria”, añade.
Si los investigadores recordaban a la gente un hecho recientemente descubierto, es probable que hubiera un huso evidente en la corteza cerebral, y se mejoraría la memoria para esa información, agrega Paller, también directora del Programa de Neurociencia Cognitiva de Northwestern.
“En la investigación de la memoria, sabemos que es importante segregar experiencias mientras estás despierto para que no se mezcle todo –dice Antony, que trabajó en el laboratorio de Paller en Northwestern como estudiante de doctorado–. Si eso sucede, puede que tengas dificultades para recuperar información porque se te ocurrirán muchas cosas al mismo tiempo. Creemos que el ritmo del huso que se muestra aquí podría desempeñar un papel en la separación de sucesivas reactivaciones de recuerdos entre sí, evitando la superposición que podría causar interferencia entre recuerdos”.
En última instancia, el objetivo de los investigadores es comprender cómo el sueño afecta a la memoria en condiciones naturales y cómo el envejecimiento o la enfermedad pueden afectar a estas funciones. “Con ese objetivo en mente, hemos ayudado a dilucidar la importancia de los husos de sueño en general”, subraya Antony.
Paller explica que van hacia la fisiología de la reactivación de la memoria. “Será necesario trabajar en el futuro para ver cómo los husos se ajustan a otros aspectos de la fisiología de la memoria e involucrará otros tipos de pruebas de memoria y otras especies”, afirma Paller.
Fuente: infosalus.com