¿Es malo comer tarántula? Esto dice un aracnólogo experto de la UNAM
Comer tarántulas no es lo que parece, te explicamos lo que realmente implica
En los últimos años las redes sociales han puesto de moda varios temas que antes no eran tan conocidos, o que sólo eran comentados por los grandes medios de difusión, y que hoy se vuelven un atractivo convencional o incluso se promueven con un reto, “a que no te atreves a”. Seguramente ya sabes hacia dónde vamos y es que muchos se interesan en probar comida exótica para ganar likes o seguidores.
Uno de los “alimentos exóticos” que está de moda en los últimos años es la tarántula, y que al igual que el escorpión, se asocia a peligro por picaduras ponzoñosas, aunque “sin riesgo” para comerlos. Sin embargo, te has preguntado si ¿es malo comer tarántula? A nosotros nos surgió la duda y buscamos a un experto en estos animales, para que nos contara sobre los riesgos de ingerir un tipo de araña que resulta, a simple vista, espeluznante.
En respuesta, el Maestro en Ciencias e integrante de la Colección Nacional de Arácnidos del Instituto de Biología de la UNAM, Diego Barrales Alcalá, nos concedió una entrevista para contarnos acerca de lo que significa comer una tarántula en México y en todo el continente americano, ya que estos pequeños animales sí resultan un alimento comestible regular en otros países por la historia que tiene cada región.
¿Es malo comer tarántulas?
La respuesta concreta a esta pregunta es que sí es malo comer tarántulas, pero hay varias razones.
El experto aracnólogo de la UNAM comenzó señalando que en primera instancia, tanto las tarántulas como los alacranes son arácnidos, no insectos y esto tiene importancia porque en nuestro país “no hay restricciones muy marcadas al consumo de insectos, la entomofagia y eso por cuestiones de usos y costumbres”.
Esto significa que no hay problema de colectar organismos como chapulines o chinches que “sí estaban en la dieta de nuestros ancestros”; sin embargo, los arácnidos no entrarían dentro de esta “excepción”, porque “en México toda la vida silvestre está protegida por la LGEEPA, que es la Ley General de Protección a la Vida Silvestre”.
Esta ley señala que no se puede recolectar, cazar o hacer uso de vida silvestre sin permisos correspondientes, por lo que los arácnidos estarían protegidos también por esta ley.
“Desgraciadamente se ha puesto de moda el que están justamente se utilicen arácnidos y que digan que estaban metidos en la dieta prehispánica, lo cual no es cierto.”
El Maestro Barrales Alcalá señaló que por otra parte, él mismo ha visto que se comercian los arácnidos en mercados de la Ciudad de México, como las especies Brachypelma Auratum y Brachypelma smithi, que además de estar protegidas por la Norma 059 y por leyes internacionales porque están en peligro de extinción.
Venta ilegal
¿Entonces por qué se venden libremente? La respuesta parece sencilla, pero resulta compleja. Por una parte, cuando preguntas de dónde vienen estos animales, los comerciantes suelen responder que provienen de criaderos, aunque nunca dicen de cuál ni muestran los permisos de aprovechamiento o de LGEEPA, o de instituciones como la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) o la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente de México (Profepa).
“Es un problema serio porque se está alimentando el tráfico de especies. El tráfico de especies a nivel mundial que genera más dividendos que el narcotráfico.”
Además, el experto señala que se requiere de denuncias o de visitas por parte de las autoridades, pero si hay una queja y los miembros de las instituciones se presentan en el lugar, pero al llegar no ven a los animales, no pueden perseguir el delito, por lo que no procedería un proceso legal, a menos que sí hayan pruebas y ante el hecho no se tengan los permisos legales correspondientes, que regularmente “no existen”.
Daños a la salud
En algunos sitios de internet se menciona que para cocinar tarántulas, es importante cepillar muy bien el estómago, con el objetivo de quitarle unos vellos urticantes que podrían causar algún tipo de alergia.
Al respecto, el experto aracnólogo creador de la cuenta en Twitter, “Arachno_Cosas”, nos explicó que “todas las tarántulas en el continente americano poseen estas setas que son urticantes” en diversas partes del cuerpo, por lo que destacó que “no es que puedan o no causar una reacción alérgica, no. Esas setas, en todas las personas, van a causar una reacción adversa”.
Algunos se preguntarán entonces por qué no han tenido reacción al comer tarántulas en México o en otros países del continente americano. Esto responde a la pregunta:
“Son como, imagínate, pequeñas agujas que se nos clavan y causan reacción, obviamente en unas personas produce una reacción mucho mayor que en otras, esto dependiendo de la sensibilidad que puedas llegar a tener, pero no es precisamente una reacción alérgica.”
Al encajarse en el tejido blando de la garganta, pueden causar ciertas “reacciones” e incluso, en algunos casos, “se te puede cerrar la garganta”, lo que “puede llegar a ser peligroso”. Por ello, no es recomendable consumirlas. En el caso de los alacranes, “el veneno se neutraliza o inactiva por así decirlo, con el calor”, aunque “no sería mayor problema” en el tema del consumo, pero sí en el tema legal.
¿Qué hacer?
Existe mucha desinformación y como lees, varias desventajas sobre comer arácnidos, pero es muy importante comenzar a generar conciencia y a entender la problemática.
En México existen 5 mil 387 especies de arácnidos, y es uno de los seis países a nivel mundial en el que existe la variedad de los 12 grandes grupos de estos animales, que mantienen un equilibrio en el ecosistema, preservando el balance del cual también nos beneficiamos los humanos.
El experto aracnólogo de la UNAM señala que en este sentido, nuestro país es el segundo lugar en el planeta con mayor diversidad de tarántulas, por lo que la Profepa busca combatir el tráfico ilegal de especies como las tarántulas y los alacranes, que incluyen acciones como extracción, acopio, transporte, distribución, comercio y posesión de estos arácnidos.
“Es un problema con muchas aristas”, pues se tiene el problema del tráfico ilegal, la baja protección de especies, la difusión de medios masivos de una conducta que calificó de “inadecuada y que de hecho se está incurriendo en delitos, porque ese es un delito, el tráfico de especies”, y el de la salud, “que puede causar un problema mayor”.
¿Qué hacer? No consumas ni compres ni difundas retos o información errónea. Comuniquemos a otros sobre este tema y protejamos a nuestras especies, cuidando además de nuestra salud y evitando incurrir en situaciones ilegales.
En otros países sí se consumen arácnidos, pero surgió como una verdadera necesidad de supervivencia. En México, los insectos como los chapulines sí eran consumidos por nuestros antepasados, pero no así los arácnidos, que como lo explica el Maestro Barrales Alcalá, jamás formó parte de nuestra dieta.
Fuente: gastrolabweb.com