El tigre con dientes de sable cazaba por agotamiento de sus presas

El extinto tigre con dientes de sable tenía adaptaciones genéticas para huesos fuertes y sistemas cardiovascular y respiratorio, lo que significa que eran muy adecuados para carreras de resistencia.

“Basándonos en esto, creemos que cazaban en manada hasta que su presa llegaba al agotamiento con un estilo de caza basado en la resistencia durante las horas de luz del día”, apunta Michael Westbury, de la Universidad de Copenhague, cuyo equipo ha completado el mapeo del genoma de estos felinos.

Junto con el mamut lanudo y el perezoso terrestre gigante, los tigres con dientes de sable están probablemente entre los animales más famosos que vivieron durante la época del Pleistoceno y se extinguieron antes del final de la última edad de hielo y a lo largo de los años han sido objeto de muchos proyectos de investigación.

Según el estudio publicado en Current Biology, los investigadores extrajeron ADN de un fósil de ‘Homotherium’ recuperado de sedimentos de permafrost del Pleistoceno cerca de Dawson City, en Canadá. Este espécimen era tan antiguo que no se podía fechar utilizando la datación por radiocarbono convencional, lo que significa que tenía al menos 47.500 años.

Luego utilizaron una variedad de técnicas modernas de secuenciación genómica para mapear todo el genoma del fósil. Para ello utilizaron análisis comparativos complejos con especies de gatos que viven en la actualidad, como leones y tigres, y demostraron que este tigre de dientes de sable era muy diverso genéticamente, en relación con las especies de gatos modernas.

“Sabemos que la diversidad genética se correlaciona con la cantidad de especies determinadas que existen. Basándonos en esto, nuestra mejor suposición es que había muchos de estos grandes felinos alrededor. Esto también tiene mucho sentido dado que sus fósiles se han encontrado en todos los continentes excepto en Australia y la Antártida”, explica Michael Westbury.

Su análisis también mostró que el tigre de dientes de sable está relacionado muy lejanamente con todos los gatos modernos. Se separaron de ellos hace al menos 22,5 millones de años. En comparación, los humanos y los gibones se dividieron hace entre 15 y 20 millones de años.

“Fue una familia de gatos extremadamente exitosa –recuerda–. Estuvieron presentes en los cinco continentes y vagaron por la tierra durante millones de años antes de extinguirse. El período geológico actual es la primera vez en 40 millones de años que la tierra carece de depredadores dientes de sable. Simplemente los echamos de menos”, añade el coautor Ross Barnett.

Los investigadores también enfatizan que su estudio es un ejemplo de cómo diferentes campos de investigación pueden beneficiarse entre sí. Esperan que métodos bioinformáticos similares se utilicen en muchos otros animales extintos en el futuro.

“Los avances modernos dentro de la medicina y la investigación genética significan que los métodos de secuenciación son mucho mejores para nosotros ahora que hace solo unos años –señala el profesor Tom Gilbert–. Además de eso, sabemos con qué genes específicos están asociados en animales y humanos gracias a la investigación médica. Esto significa que podemos inferir muchas cosas sobre los animales extintos como lo hemos hecho aquí. Se podría decir que la rápida progresión de la investigación médica ha hecho posible este estudio”, concluye.

Fuente: infobae.com