En México gran parte de los alimentos están hechos a base de maíz, como tortillas, cereales, harinas, entre otros, por lo que este cultivo es de gran importancia a nivel económico para el país. Se reportó que en el año 2021 el consumo anual por persona de maíz fue de 197 kg y para satisfacer esta demanda los productores tratan de mantener las mejores condiciones para el crecimiento de este cultivo.

Sin embargo, existen diferentes amenazas que pueden llegar a afectar la producción de este grano, dentro de las cuales podemos destacar a las plagas. Las principales plagas del cultivo del maíz son el gusano soldado, la mosca de los estigmas, el gusano elotero, el gusano trozador y el gusano cogollero. Este último se considera la plaga más importante debido a que si no se controla de manera adecuada puede provocar la pérdida de toda la producción del cultivo.

Comúnmente se emplean plaguicidas químicos sintéticos para el control de estas plagas debido a que son muy eficaces y prácticos. Tan solo en el 2019 se reportó que para combatir a este gusano se emplearon 2600 toneladas de estas sustancias. Aunque estos compuestos presentan varias ventajas, la realidad es que también representan un factor de riesgo para otros organismos e incluso para los humanos debido a que son altamente tóxicos, ocasionando desequilibrio en los ecosistemas, contaminación, enfermedades e incluso la muerte. Como alternativa de los plaguicidas químicos sintéticos se ha estudiado el uso de plantas y sus compuestos para el control del gusano cogollero.

En el laboratorio de compuestos naturales insecticidas de la Facultad de Química de la Universidad Autónoma de Querétaro se están formulando alternativas botánicas que generen menor impacto que los plaguicidas comerciales. Un ejemplo de estas formulaciones es el uso de hojas y tallos de tejocote, planta nativa de Mesoamérica comúnmente usada en la medicina tradicional, que después de un tratamiento tiene la capacidad de retardar el crecimiento del gusano cogollero del maíz. Por lo que es importante estudiar la riqueza botánica nativa de México con el fin de desarrollar alternativas para el control de plagas más seguras e inofensivas para el medio ambiente.

Fuente: noticiasdequeretaro.com.mx