El primer cribado masivo de COVID-19 revela una letalidad del 0.37 %
Los análisis a 1.000 habitantes del municipio alemán de Gangelt indican que el 14 % de la población ya se ha contagiado y solo un 2 % sufrió casos graves. La buena noticia es que la mortalidad sería mucho más baja de lo que se creía, la mala es que todavía les falta mucho para lograr la inmunidad de grupo
Una de las grandes incógnitas en torno a la pandemia de coronavirus (COVID-19) es la cifra real de personas contagiadas. Ahora, una ciudad alemana nos da una respuesta preliminar: alrededor del 14 %.
El municipio alemán de Gangelt, cerca de la frontera con los Países Bajos, sufrió un alto número de casos tras una celebración de carnaval en febrero, que atrajo a miles de personas a la ciudad, convirtiéndola accidentalmente en una placa de Petri. Casi dos meses después, los análisis de sangre realizados a 500 residentes para detectar los anticuerpos contra el virus revelan que uno de cada siete habitantes de la ciudad ya ha sido contagiado. Por tanto, según los científicos responsables de la investigación, estas personas se han vuelvo «inmunes» y algunas no han mostrado ningún síntoma.
Gracias a esta información, su breve estudio (PDF), publicado online en alemán, extrae importantes conclusiones sobre cuándo esa ciudad y el resto del mundo podrían salir del confinamiento. Sobre dichas conclusiones, el médico e investigador de ciencias sociales de la Universidad de Yale (EE. UU.) Nicholas Christakis opina: «Creo que todavía no hay una gran parte de la población que haya estado expuesta. Tenían carnavales y festivales, pero solo el 14 % dio positivo. Eso significa que queda mucho camino por recorrer, incluso en esa parte tan afectada de Alemania».
Aquí reside la importancia de conocer el verdadero índice del contagio en una región: cuanto más grande sea, menos sufrimiento queda por delante. Con el tiempo, cuando suficientes personas se hayan vuelto inmunes, quizás la mitad o tres cuartos de la población, el virus no podrá propagarse más, lo que dará lugar al ya tan famoso concepto de la inmunidad de grupo. Pero la ciudad alemana aún lejos de ese umbral, y para Christakis la cifra preliminar resulta «desafortunada» porque significa que el virus todavía causará más daños.
El informe alemán es uno de los primeros en buscar pruebas de contagio previo en una población concreta. Y esa es precisamente la información que necesitan los científicos para determinar hasta qué punto se ha propagado la pandemia, cuál es la real tasa de letalidad y cuántas personas son asintomáticas. Christakis añade: «Es muy preliminar, pero representa el tipo de estudio que necesitamos desesperadamente. Resulta crucial para cuantificar una gran cantidad de parámetros básicos».
A nivel mundial, el recuento oficial de casos de COVID-19 roza los dos millones de personas, pero ese cálculo se basa principalmente en personas que solicitan asistencia médica y en las que son sometida a las pruebas. El verdadero número de casos es mucho mayor, pues incluye a los asintomáticos y a los que no se han sometido al test.
Pronto los «test serológicos» masivos deberían empezar a ampliar la información. Varios gobiernos de todo el mundo ya están preparándose para cribar a sus poblaciones en masa. La portavoz de la Escuela de Medicina de la Universidad Stanford (EE. UU.) Lisa Kim afirma: «La prueba nos permitirá determinar qué profesionales sanitarios podrían tener un riesgo bajo para trabajar con los pacientes de COVID-19, así como comprender la prevalencia de la enfermedad en nuestras comunidades».
Los primeros resultados de los hospitales ya están circulando entre algunos expertos, según Christakis, quien cree que estos datos nos acercarán «más a la verdad» sobre la expansión del contagio. El experto añade: «Si se descubre un 5 % de positivos entre los sanitarios, eso significa que las tasas del contagio probablemente no sean más altas que las de la ciudad».
La investigación en Alemania fue realizada por el virólogo del Hospital de la Universidad de Bonn (Alemania) Hendrik Streeck y por otros expertos, quienes aseguran que unos 1.000 residentes de Gangelt donaron sangre, se les sacaron muestras de la garganta y rellenaron un cuestionario. A través de esta información, los investigadores descubrieron que el 2 % de los participantes estaban contagiados activamente por el coronavirus y un total del 14 % tenía anticuerpos, lo que indicaba un contagio previo. Afirman que este grupo de personas «ya no puede contagiarse con el SARS-CoV-2», como los científicos denominan el virus.
A medida que el virus se propaga, un cierto porcentaje de personas acaban ingresadas, algunas de ellas en las UCI; de las cuales una parte morirá. Una de las mayores preguntas sin respuesta es qué porcentaje exacto de personas contagiadas morirá por el coronavirus. A partir del resultado de los análisis de sangre, el equipo alemán estima la tasa de letalidad en su municipio es del 0,37 % del total, una cifra significativamente menor que la que ofrece un cálculo creado por la Universidad Johns Hopkins (EE. UU.), donde se estima que la tasa de letalidad en Alemania es del 2 % entre los casos registrados.
Los autores explican que la diferencia en las estimaciones se debe a cuántas personas han sido contagiadas realmente pero no se han sido contabilizadas porque tienen síntomas leves o no tienen ningún síntoma. Streeck y sus colegas creen que la presencia de personas previamente contagiadas en la comunidad reducirá la velocidad de propagación del en el área. También describen un proceso mediante el cual el alejamiento social se podría ir suavizando lentamente, en especial con medidas higiénicas, como el lavado de manos y el aislamiento, junto con el seguimiento de los enfermos. El equipo considera que si las personas evitan recibir grandes dosis del virus, algo que podría ocurrir en los hospitales o por contacto cercano con alguien contagiado, menos personas se enfermarán gravemente, «mientras que desarrollarían la inmunidad» que ayudaría finalmente a acabar con el brote.
Fuente: technologyreview.es