El niño que fue a buscar patatas y acabó encontrando un tesoro egipcio

Tras varios años envueltas en el misterio, parece que los arqueólogos escoceses han podido por fin saber la historia y conocer al propietario de varias piezas de origen egipcio que fueron encontradas por un estudiante en los terrenos de un internado en Escocia hace 71 años

Melville House, un majestuoso edificio localizado en el condado de Fife, en Escocia, sirvió de base de entrenamiento para los soldados polacos que llegaron a Escocia durante la Segunda Guerra Mundial. Más tarde fue transformado en un internado, que convirtió en el foco de todos los titulares de prensa cuando, hace 71 años, un estudiante escocés que estaba desenterrando patatas en sus inmediaciones como castigo descubrió algo que no debería haber estado allí: una antigua estatua egipcia de arenisca roja de casi 4.000 años de antigüedad.

Este sorprendente hallazgo fue el primero de los muchos que profesores y alumnos de Melville House fueron haciendo en los terrenos del internado. A cada nueva pieza que iba apareciendo, el misterio de cómo habían llegado hasta allí estos tesoros egipcios mantenía en vilo a los conservadores del museo local.

“Esta es una colección fascinante, aún más por el misterio que rodea sus procedencia y cómo llegaron las piezas hasta este país”, ha declarado Margaret Maitland, conservadora principal del área del Mediterráneo Antiguo de los Museos Nacionales de Escocia, donde se guardan la mayoría de estas valiosas piezas.

¿Quién trajo estas figurillas a Escocia?

En total, en Melville House se encontraron 18 piezas de arte faraónico enterradas en los terrenos del antiguo internado, entre las que se encontraba la cabeza de una estatua tallada en arenisca roja, que ha sido definida por la propia Maitland como una “obra maestra de la escultura egipcia”, así como varias estatuillas de bronce y elementos de cerámica que datan entre los años 1069 a.C. y 30 a.C.

Pero, ¿cómo llegaron todos estos extraordinarios objetos hasta las Islas británicas? Respecto a esto, Elizabeth Goring, ex conservadora del Museo Real Escocés de Edimburgo (ahora, Museo Nacional de Escocia), ha declarado que “excavar e investigar estos hallazgos en Melville House ha sido el proyecto más inusual en mi carrera arqueológica, y estoy encantada de poder contar ahora la historia en su totalidad”.

En total, se encontraron 18 piezas del antiguo Egipto enterradas alrededor del antiguo internado entre los que había cabeza de estatua tallada en arenisca roja.

Y la historia es como sigue. Al parecer, en 1984, un grupo de adolescentes de Melville House visitó a Elizabeth Goring; traían consigo una estatuilla de bronce egipcia que uno de ellos había encontrado con un detector de metales en los terrenos de la escuela. Intrigada, la propia Goring investigó por su cuenta y descubrió que otros dos objetos, la cabeza de arenisca y una estatuilla de bronce de un toro Apis, ya habían sido localizadas anteriormente en la finca, entre 1952 y 1966.

Olvidadas en el tiempo

Goring excavó en el lugar y descubrió más piezas, como la mitad superior de una figura de cerámica vidriada que muestra a la diosa Isis amamantando a su hijo Horus y una placa de cerámica que representa el ojo de Horus (Udyat). En cuanto al modo en que llegaron todos estos objetos a Escocia, ahora, tras muchas pesquisas, los investigadores creen que fueron traídos por Alexander Leslie-Melville, lord Balgonie, el joven heredero de la Casa Melville, que viajó a Egipto en 1856 y murió un año después de su regreso.

Goring descubrió más piezas egipcias, como la mitad superior de una figura de cerámica vidriada que representa a la diosa Isis amamantando a su hijo Horus.

Los investigadores creen que es posible que lord Balgonie hubiera adquirido la colección en sus viajes, ya que en esa época los cónsules y anticuarios a menudo vendían objetos antiguos a extranjeros interesados en ellos. Después de la muerte de Balgonie, sus familiares probablemente trasladaron los objetos arqueológicos a alguna dependencia de la casa, que luego fue demolida, y se olvidaron completamente de ellos.

“El descubrimiento de artefactos del antiguo Egipto que habían estado enterrados en Escocia durante más de cien años demuestra la escala a la que llegó la recolección de antigüedades en el siglo XIX y la compleja historia que se esconde detrás. Ha sido un desafío emocionante investigar e identificar una gama tan diversa de piezas”, finaliza Margaret Maitland.

Fuente: nationalgeographic.com