El fin de mundo es calculado en estudio científico

Una investigación de Proceedings of the National Academy of Sciences calcula el inicio aproximado del fin del mundo por desaceleración y energía oscura

El fin del mundo es clara materia de obsesión para la humanidad y en particular para la comunidad científica, quienes no han dejado de abordar el tema de una u otra forma a lo largo del siglo pasado y el actual.

De manera que naturalmente en todos los terrenos existen esfuerzos y proyectos, algunos más formales que otros, que buscan calcular con la mayor certeza posible cuando comenzará el fin de los tiempos para nuestra galaxia, nuestro sistema solar o nuestro planeta.

Si usted, querido lector, ha leído el titular de la presente nota, tal vez podrá concluir de manera apresurada que la información que aquí compartiremos en realidad no tiene sustento científico y resulta producto del sensacionalismo.

Pero la sorpresa, para bien o para mal, es que en realidad esta ocasión comentaremos un estudio con fundamentos científicos que busca calcular la fecha del fin del mundo y nuestro sistema planetario.

La buena noticia, si cabe señalarlo así, es que el tiempo es absolutamente relativo para los seres humanos y la edad de nuestra galaxia.

El fin del mundo estaría más cerca de lo imaginado pero no es tan terrible para los humanos

El universo es extraordinariamente amplio y en realidad conocemos con certeza científico muy poco sobre los misterios más profundos de cómo está articulado.

Conscientes de ello la teoría que más ha logrado consolidarse sobre el origen de esta inmensa formación astral es la de Big Bang, en donde los planetas, sistemas solares y galaxias se expanden de manera lenta pero constante.

Los postulados que evolucionaron de esta esta teoría apuntan a que eventualmente llegará un periodo de contracción por la propia inercia del fenómeno, lo que llevaría a un colapso de los equilibrios conocidos hoy en día. Y es ahí donde el cálculo del fin del mundo y de los tiempos se pone complejo.

Un estudio científico publicado por la revista Proceedings of the National Academy of Sciences en abril de 2022, es uno de los proyectos más recientes para estimar cuándo la expansión del universo podría finalizar, para iniciar entonces la cuenta regresiva hacia la contracción y cataclismo.

Según sus cálculos dicha expansión podría terminar en “apenas” 65 millones de años. Un plazo que definitivamente nadie que lea esto verá, pero que en realidad resulta bastante breve para cualquier estimación previa.

El factor clave para este adelanto del fin sería la presencia de la denominada “energía oscura”, un elemento que en teoría hoy en día impide que la contracción ocurra.

Pero que, de acuerdo con el coautor del estudio Paul Steinhardt, quien también es director del Centro de Ciencias Teóricas en la Universidad de Princeton en Nueva Jersey, esta energía oscura, llamada también quintaesencia podría decaer con el tiempo, generando con ello una grave desaceleración.

Este fenómeno que detonaría la contracción de todo sucedería “notablemente pronto” e incluso hay otros estudios que apuntan a reafirmar esa teoría.

Pero de igual manera, quedan millones de años para que eso suceda, en teoría. Así que no hay de qué preocuparse.

Fuente: fayerwayer.com