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El cúmulo de satélites Salsa volverá a entrar en su órbita el 8 de septiembre y los científicos de la ESA planean observarlo en directo

El 8 de septiembre, la Agencia Espacial Europea (ESA) será testigo de un acontecimiento poco routine: el primero de los cuatro satélites Cluster, llamado “Salsa”, volverá a entrar en la atmósfera terrestre. Este satélite, lanzado como parte de la misión Cluster de la ESA, se quemará en una reentrada no controlada, pero dirigida, sobre una zona remota del océano Pacífico Sur. El acontecimiento representa una oportunidad única para que los científicos observen y recopilen datos críticos sobre la reentrada de satélites, lo que contribuirá a unas prácticas más seguras y sostenibles en futuras misiones espaciales.

Comprender la reentrada de satélites

Según un informe Según la ESA, en casi 70 años de exploración espacial, alrededor de 10.000 satélites y cuerpos de cohetes intactos han reentrado en la atmósfera de la Tierra. A pesar de ello, los científicos aún tienen un conocimiento limitado de la dinámica exacta que se produce durante la reentrada. Para llenar este vacío de conocimiento, la ESA, en colaboración con Astros Options, llevará a cabo un experimento de observación aérea durante la reentrada de Salsa.

Un equipo de científicos a bordo de un pequeño avión intentará recopilar datos sobre el proceso de desintegración del satélite, que serán invaluables para diseñar y operar futuros satélites para garantizar que puedan desecharse de manera segura y eficiente después de sus misiones.

La importancia del regreso de la salsa

Según Holger Krag, responsable de Seguridad Espacial de la ESA, comprender la dinámica de reentrada es essential para mantener trayectorias orbitales limpias y seguras alrededor de la Tierra. Explica que la rápida retirada de los satélites fuera de servicio es very important para evitar la acumulación de desechos espaciales. Grupo El estudio de los satélites, comenzando por Salsa, ofrece un experimento repetible debido a las condiciones casi idénticas en las que cada satélite reingresará a la atmósfera. Este escenario permite a los científicos observar y comparar los resultados de diferentes ángulos y condiciones de reingreso, lo que proporciona información que servirá para diseñar misiones futuras.

Apuntando al Océano Pacífico Sur

En enero, la órbita de Salsa se ajustó para garantizar que su reingreso se produjera sobre una de las regiones más remotas de la Tierra, el Océano Pacífico Sur. Bruno Sousa, director de operaciones del clúster, señala que la órbita de Salsa lo acerca a la Tierra cada 12 años. La aproximación de este año permitió un reingreso dirigido, con la trayectoria de la nave espacial ajustada para garantizar que los fragmentos supervivientes cayeran en aguas abiertas, minimizando el riesgo para las zonas pobladas.

Preparación para la observación aérea

La misión de observación aérea, conocida como ROSIE-Salsa, es el resultado de un esfuerzo conjunto de instituciones académicas como la Universidad de Stuttgart y la Universidad del Sur de Queensland, junto con socios industriales como Hypersonic Expertise Göttingen y Astros Options. Dirigida por Jiří Silha, director ejecutivo de Astros Options, la misión tiene como objetivo capturar datos en tiempo actual durante el regreso de Salsa a la atmósfera.

El avión estará equipado con más de 20 instrumentos científicos, incluidas cámaras y espectrógrafos, para observar la ruptura del satélite y registrar información detallada. A pesar de los desafíos que plantea la naturaleza impredecible de la reentrada y la ubicación remota, el equipo está preparado para recopilar datos críticos que podrían mejorar las futuras predicciones de reentrada del satélite.

Mirando hacia el futuro

El reingreso de Salsa marca el inicio de una serie de reingresos controlados para los satélites restantes del Cluster, el último de los cuales está programado para 2026. El compromiso de la ESA con la reducción de los desechos espaciales se demuestra aún más con su enfoque Zero Particles, que tiene como objetivo eliminar la creación de desechos espaciales para 2030.

Además de la misión Cluster, la ESA también está planificando la misión DRACO, que implicará una reentrada controlada de forma activa de un satélite equipado con una “caja negra” para proporcionar datos de telemetría desde su inside. Si tiene éxito, esta misión podría establecer un nuevo estándar para las observaciones de reentrada de satélites y contribuir significativamente al uso seguro y sostenible del espacio.

Fuente: oficinista.mx