La ciencia ha sido capaz hasta ahora de dar explicación a misterios que aparentemente no la tenían, aunque eso sí, después de mucho trabajo de investigación. Es lo que hacen ahora los astrónomos con unas misteriosas señales de radio procedentes del espacio. Aparentemente, no son descifrables, aunque podrían serlo en los próximos días o semanas.
Su procedencia es casi con total seguridad una estrella muy cercana, una enana roja que se encuentra a “sólo” 11 años luz de la Tierra. En términos espaciales, está prácticamente a tiro, cercanía que añade aún más misterio a las señales recibidas. Es uno de los motivos de desconcierto generalizado.
Según los investigadores, las señales llegan notablemente distorsionadas. Proceden del espacio profundo y en su viaje encuentran distintos fenómenos que las ralentizan u obstaculizan. Por eso normalmente son inaudibles cuando llegan a la Tierra. En este caso, la estrella no está tan lejos, ¿por qué entonces somos incapaces de descifrar las señales?
Ross 128 es el nombre de la pequeña estrella que presuntamente las emite. Podrían proceder de llamaradas solares, bastante normales en su sistema. Es de momento la única explicación que la ciencia ha encontrado, aunque tampoco se muestran demasiado satisfechos con ella.
No es probable que se trate de una señal de vida extraterrestre. Según el director del Observatorio que ha recibido las señales “se encuentra en el último lugar” de todas las explicaciones posibles, aunque como es normal, no se ha descartado por completo.
Esta misma semana los astrónomos han tenido la oportunidad de volver a observar la estrella y recopilar más información. Quizás sea suficiente para descifrar el origen y el significado de las misteriosas señales del espacio exterior. No es la primera vez que la ciencia se muestra intrigada con este fenómeno. Esperemos que en esta ocasión tengan de verdad un significado.
Fuente: computerhoy.com