La inestabilidad genómica es el principal factor de riesgo en el desarrollo de tumores en el ser humano. Entender cómo, dónde, cuándo y por qué se producen estas mutaciones del ADN es uno de los grandes objetivos de la comunidad científica mundial.
Un grupo de expertos de la Universidad de Sevilla y del Centro Andaluz de Biología Molecular y Medicina Regenerativa (Cabimer) ha descrito un nuevo elemento implicado en este proceso: la cromatina.
En el artículo, publicado en Molecular Cell, los investigadores afirman que cuando el ARN se queda acoplado al ADN de manera fortuita o debido a una patología, la estructura de la cromatina –la envoltura proteica de los cromosomas– se ve alterada, dando lugar a roturas del ADN.
Las mutaciones en genes implicados en la transcripción y transporte del ARN también inducen daños en el ADN, que ahora demuestran está mediado por cambios en la cromatina. En estas circunstancias, el ADN no puede replicarse de manera natural, generando estrés replicativo, mutaciones y reorganizaciones cromosómicas.
“A través de la investigación básica en organismos modelo tratamos de entender la inestabilidad del genoma humano para identificar elementos que, en un futuro, podrían explorarse como dianas de nuevos fármacos antitumorales”, explica el investigador responsable del trabajo y director de Cabimer, Andrés Aguilera.
“En este trabajo hemos dado un paso más al demostrar que la cromatina también ejerce un papel clave en algunas mutaciones del ADN, especialmente las dirigidas por ARN. Si somos capaces de comprobar que esta anomalía no se da en células sanas, podremos plantearnos explorar estas estructuras como posibles dianas terapéuticas”, añade.
Fuente: SINC