Después de dos siglos, se resuelve por fin el ‘misterio abominable’ de Darwin

El misterio abominable de Darwin, como él lo denominó, quizá se llevó un nombre algo exagerado. Se refiere a la falta de explicación científica existente sobre el modo en que las plantas con flores se hicieron dominantes tan rápidamente en los ecosistemas de todo el mundo. Durante más de 200 años, los investigadores han estado especulado sobre la increíble diversidad y el éxito de las plantas con flores, que forman la base de nuestro sistema alimentario y son responsables de alimentar a gran parte de la diversidad animal que vemos hoy en día. Y ahora, un estudio publicado en la revista PLOS Biology asegura que la respuesta está en el tamaño de sus células.

En los últimos 30 años, los científicos han demostrado que las plantas con flores tienen extraordinarias tasas de fotosíntesis, lo que les ha permitido crecer más rápido y competir con los helechos y las coníferas, dominantes en los ecosistemas durante cientos de millones de años. El secreto del éxito metabólico de las plantas con flores son sus hojas especializadas que facilitan las tasas más rápidas de transporte de agua y la absorción de dióxido de carbono.

Pero ¿cómo pudieron las plantas con flores crear hojas capaces de estas altas tasas de transpiración y fotosíntesis? Los investigadores, de las universidades de San Francisco y Yale (EE.UU.), descubrieron que las plantas con flores tienen células pequeñas en comparación con otros grupos principales de plantas y que esto se debe, posiblemente, a un tamaño del genoma muy reducido.

Afirman que esta reducción comenzó hace unos 140 millones de años y coincidió con la expansión de las primeras plantas con flores en todo el mundo. Al revisar la literatura en busca de datos, los autores descubrieron que los genomas más pequeños permiten que las células sean menores y, así, se pueden empaquetar más células (como las especializadas en el metabolismo fotosintético y el transporte de agua y de nutrientes) en un volumen determinado de espacio. Además, al reducir el tamaño de cada célula, el suministro de agua y nutrientes puede ser más eficiente.

Otra investigación publicada en agosto ofrece información cobre cómo habría sido la primera flor aparecida sobre la faz de la Tierra. Reconstrucciones basadas en modelos de flores ancestrales y en un conjunto de 13.444 de datos de rasgos florales, el estudio arroja que fue bisexual y radialmente simétrica, con más de dos verticilos (conjuntos de pétalos concéntricos que surgen de un mismo tallo) y tres órganos separados por periantos cada uno (envolturas del aparato sexual floral), más de dos verticilos de tres estambres separados cada uno, y más de cinco carpelos separados en espiral.

Fuente: nmas1.org