Descubrimiento en Pompeya: científicos revelan los restos de un hombre y una mujer que murieron junto a un tesoro
Los huesos de la pareja fueron hallados junto a monedas de oro, plata y bronce, además de algunas joyas
En una estrecha habitación, sobre una cama, un hombre y una mujer se refugiaban al lado de un pequeño tesoro. Se protegían del material del volcán Vesubio que llovía e invadía los espacios abiertos de la casa en Pompeya. Las ventanas y la puerta del cuarto estaban cerradas, no podían salir. La llegada de flujo piroclástico destruyó el techo y los sepultó. Miles de años después, sus esqueletos fueron hallados por un equipo de científicos que reveló el descubrimiento recientemente.
La investigación en la zona, conocida como Regio IX, o también ínsula 10, ha estado a cargo de arqueólogos del Ministerio de Cultura de Italia y el Parque Arqueológico de Pompeya. Los hallazgos fueron presentados en un informe científico en el E-Journal of the Pompeii Excavations.
¿Cuál era el tesoro que guardaba la pareja?
En el lecho donde estaba recostada la mujer, se halló lo que ha sido considerado como un «tesoro» por los arqueólogos. Este consistía en monedas de oro, plata y bronce. También había joyas que incluían aretes de oro y perlas, según informó el Ministerio de Cultura italiano.
Las huellas en las cenizas permitieron a los expertos reconstruir cómo era la habitación, con la posición exacta de muebles y objetos. Había una cama, un arcón, un candelabro de bronce y una mesa con tapa de mármol.
Reconstrucción de historias
«La oportunidad de analizar los valiosísimos datos antropológicos relativos a las dos víctimas encontradas en el contexto arqueológico que marcó su trágico final permite recuperar una cantidad notable de información sobre la vida cotidiana de los antiguos pompeyanos y sobre las microhistorias de algunos de ellos”, dijo Gabriel Zuchtriegel, director del Parque Arqueológico de Pompeya, para un comunicado.
Zuchtriegel resaltó que la documentación permite confirmar la singular vida en el territorio vesubiano. El trabajo de arqueólogos, antropólogos y vulcanólogos permite reconstruir cómo fue la historia de Pompeya antes de la tragedia, considerada “una de las mayores catástrofes naturales de la antigüedad”.
Asimismo, informó que se desarrollarán más excavaciones en los próximos años y se trabajará en la accesibilidad y comprensión del territorio. Para ello, se cuenta con inversiones del Comité Interministerial de Planificación Económica y Desarrollo Sostenible (CIPESS), indicó.
¿Qué pasó en Pompeya?
En el siglo VII o VI a.C., aproximadamente, un pueblo de Italia se asentó al pie del monte Vesubio, al sureste de la ciudad de Nápoles. Al parecer, los habitantes ignoraron que vivían en las faldas de un volcán, a lo largo de décadas.
Una mañana, el 24 de agosto del 79 d.C. (fecha que también podría ser 24 de octubre, según estudios), el volcán entró en erupción. Todas las familias del pueblo fueron sepultadas. En 1748, excavaciones arqueológicas, dirigidas por Roque Joaquín de Alcubierre, hallaron al pueblo oculto bajo el material volcánico. Hasta hoy, continúan los descubrimientos sobre los habitantes y lo que sucedió.
Terremotos además de la erupción
Un reciente estudio publicado en la revista Frontiers in Earth Science ha dado a conocer la historia de dos habitantes de Pompeya que lograron salvarse de ser sepultados por la erupción, pero murieron por movimientos telúricos simultáneos. Se precisa que la presencia de terremotos ya se conocía, pero no se había considerado como causa de muertes hasta ahora.
“La idea nació en las últimas excavaciones, en las que encontramos daños estructurales con características muy distintas de los típicos daños atribuidos al impacto de los fenómenos volcánicos y descritos en la literatura de Pompeya”, señalan los autores. Por primera vez, se incluyó a un arqueosismólogo —un especialista que estudia los efectos de terremotos antiguos—.
“Estos resultados representan un punto de partida para una visión actualizada de la destrucción de Pompeya y abren nuevas perspectivas de investigación”, concluyen los investigadores.
Fuente: larepublica.pe