Descubren una potencial herramienta para controlar las enfermedades que transmiten las garrapatas
Investigadores de CIC bioGUNE han descubierto la vía de comunicación entre las garrapatas y los animales de los que se alimentan que sería esencial para la supervivencia de las primeras, lo que abriría la puerta a controlar estos parásitos y de las enfermedades que transmiten.
Las garrapatas constituyen un “grupo ancestral” de animales que se pueden alimentar de un amplio espectro de especies, que incluía a los reptiles primitivos. Esta larga historia coevolutiva entre garrapatas y sus distintos hospedadores ha facilitado el desarrollo de vías de comunicación entre el parásito y los animales de los que se alimenta.
Los investigadores describen la presencia de un “receptor molecular de garrapatas que utiliza una vía de señalización muy conservada y que es capaz de responder a señales provenientes del hospedador”, especialmente aquellas relacionadas con señales de ‘peligro’ (presencia de infección), que integran señales inmunes y las relacionadas con la metamorfosis del parásito.
El resultado de la investigación, publicado en la revista ‘Sciencie’, clarifica los mecanismos evolutivos en las vías de señalización que son esenciales para realizar funciones claves de respuesta al ambiente (respuesta inmune) y al desarrollo postembrionario de las garrapatas.
También pone de manifiesto la flexibilidad de estas rutas y su capacidad de adaptación mediante la incorporación de componentes que son capaces de añadir funcionalidades nuevas y proveer ventajas para la supervivencia de estos parásitos.
El investigador Ikerbasque en Cic bioGUNE Juan Anguita explicó que un posible objetivo a medio y largo plazo del hallazgo es la utilización de esta información para “la generación de medidas que inhabiliten esta ruta de señalización esencial para la supervivencia de la garrapata” y para el desarrollo de “medidas de control de estos parásitos y, en consecuencia, de las enfermedades que transmiten”.
En la elaboración del estudio se han utilizado herramientas de biología molecular y de extracción y análisis de datos a gran escala (ómicas) y otras metodologías complementarias, habiéndose enfocado gran parte del trabajo en la manipulación genética de las garrapatas mediante microinyección de RNA de interferencia.
El trabajo ha contado con la colaboración de investigadores de la Universidad de Yale, de la Universidad de Maryland, de los Institutos Nacionales de la Salud y de la Universidad de Minnesota.
Fuente: lavanguardia.com