Un estudio revela que las marcas encontradas en los dientes de varios individuos varones, así como los tres cráneos alterados artificialmente de tres mujeres podrían ser una forma de comunicación y una manera de aceptación de las costumbres de otros pueblos de Europa
Los restos de unos 130 individuos, la mayoría de ellos hombres, que vivieron durante la época vikinga, descubiertos en la isla báltica de Gotland, presentan unas curiosas modificaciones dentales en forma de surcos horizontales. Eso es lo que cuenta un estudio llevado a cabo por los investigadores Matthias Toplak, del Viking Museum Haithabu, y por Lukas Kerk, de la Universidad de Münster, que acaba de ser publicado en la revista científica Current Swedish Archaeology.
Si bien hasta ahora estas modificaciones dentales han sido interpretadas de varias maneras, desde marcas de esclavos hasta algún tipo de simbología de la élite guerrera, un análisis más en profundidad sugiere que podrían haber sido utilizadas como algún tipo de identificación entre comerciantes.
Las modificaciones dentales han sido documentadas en individuos enterrados en Kopparsvik y Slite, en Gotland, y en Birka y Sigtuna, en la Suecia continental, lo que hace suponer a los investigadores que las zonas donde fueron encontrados podrían haber sido importantes centros comerciales en el pasado. Otro hecho que confirmaría estas suposiciones es el hecho de que todos los individuos eran hombres adultos que habrían tenido algún tipo de vinculación con el comercio a larga distancia.
Identidad y aceptación
Así, los investigadores han propuesto la teoría de que estas muescas dentales podrían haber formado parte de algún tipo de rito iniciático o constituir una seña de identidad para ciertos grupos de comerciantes similares a los que habrían llevado a cabo posteriormente los miembros de los gremios durante la Edad Media. Las variaciones en el número, la profundidad y la forma de las muescas también hace suponer que este tipo de código pudo haberles servido para ser reconocidos entre miembros de la misma comunidad o de más allá de sus fronteras.
Los investigadores han propuesto la teoría de que las muescas dentales podrían formado parte de algún tipo de rito iniciático o constituir una seña de identidad.
Además de estos singulares hallazgos dentales, se ha realizado otro igual de sorprendente, o tal vez más: los cráneos de tres mujeres que presentan claras evidencias de haber sido deformados artificialmente. Al igual que en el caso de los hombres, estas mujeres provenían de diferentes áreas de Gotland y a diferencia de las marcas que los varones presentan en los dientes, las alteraciones craneales femeninas parecen ser un rasgo importado del extranjero, posiblemente de Europa oriental, donde se han documentado casos entre los siglos IX y XI.
La presencia de estas tres mujeres con deformación creneal plantea a los investigadores algunos interrogantes: o bien nacieron en el sudeste de Europa fruto de una relación entre algún comerciante vikingo con una mujer autóctona y los cráneos de las niñas fueron modificados allíolas modificaciones se hicieron posteriormente en Gotland y por lo tanto representan una adopción cultural desconocida hasta ahora para los vikingos.
Sea como fuere, está claro que las tres mujeres fueron aceptadas y se integraron en la comunidad de Gotland, tal como demuestra el rico ajuar funerario y los objetos típicos de la vestimenta femenina de la isla con los que fueron enterradas.
Los investigadores creen que si bien el significado exacto de estas prácticas puede ser difícil de descifrar, estos ejemplos ilustran cómo la modificación corporal podía ser utilizada por las sociedades antiguas como un medio de comunicación e interactuación. Este estudio también profundiza en el estudio de ciertos aspectos sociales como el sexo, el estatus social, la identidad y la aceptación de la modificación del cuerpo humano en la sociedad vikinga.
Fuente: nationalgeographic.com.es