Los investigadores descubren que retienen más agua y evitan el crecimiento de hongos nocivos, en un experimento con plantas de cilantro, jalapeño y pimiento morrón
Un estudio piloto de la Universidad de Texas acaba de descubrir que sustituir parcialmente la tierra de una maceta por fragmentos de vidrio reciclado no sólo acelera el desarrollo de las plantas, sino que también reduce el crecimiento de hongos dañinos. De momento, el experimento está funcionando con cilantro, pimiento morrón y jalapeños, que están siendo cultivados sobre vidrio reciclado a partir de botellas desechadas y pulverizadas como las de cerveza o refresco.
La investigación se inició cuando la científica de nanomateriales Julie Vanegas se unió a Teresa Patricia Feria Arroyo, una ecologista dedicada a la seguridad alimentaria y la sostenibilidad. Vanegas le mencionó que había estado trabajando con partículas de vidrio reciclado para proyectos de restauración costera, que permitían cultivar sauces. A lo que Feria le preguntó si el vidrio también podría usarse para cultivar productos agrícolas, algo que sólo podían responder probándolo.
Para ello eligieron productos con los que la gente estaba más familiarizada, que maduran rápidamente, y que se pueden cultivar en macetas y jardines caseros, dando como resultado los ingredientes para fabricar la salsa mexicana pico de gallo.
«Tratamos de reducir los desechos en los vertederos al mismo tiempo que cultivamos productos comestibles», apunta Andrea Quezada, estudiante de posgrado en química en el laboratorio de Nanoworld Vanegas. «Si esto fuera viable, podríamos introducir suelos a base de vidrio en la agricultura».
Para sus experimentos, los investigadores obtuvieron las partículas de vidrio reciclado de una empresa encargada de triturar las botellas de los vertederos. El producto final es lo suficientemente suave como para que las personas puedan manipular los trozos sin cortarse. Y que de manera similar las raíces de las plantas puedan crecer fácilmente alrededor sin sufrir daños.
En las pruebas iniciales, los investigadores evaluaron cualidades similares a las del suelo, como la compactación y la retención de agua, de tres fragmentos de vidrio de diferentes tamaños. Descubrieron que con un tamaño similar a los granos de arena gruesa el oxígeno llega a las raíces y mantiene niveles suficientes de humedad.
En un invernadero en el campus se están cultivando ahora mismo plantas de cilantro, pimiento morrón y jalapeño en una variedad de macetas que contienen desde 100% de tierra comercial para macetas, hasta 100% de vidrio reciclado. Las macetas con más tierra tienen niveles más altos de nutrientes necesarios para el crecimiento de las plantas, incluidos nitrógeno, fósforo y potasio, en comparación con las que tienen más vidrio. Pero hay poca variación en el nivel de pH entre las macetas, lo que demuestra que las plantas prosperan en un rango estrecho de pH del suelo.
Los primeros resultados sugieren que las plantas cultivadas en vidrio reciclable tienen tasas de crecimiento más rápidas y retienen más agua en comparación con las cultivadas en tierra 100% tradicional. «Una proporción de peso de más del 50% de partículas de vidrio en relación con la tierra parece ser la mejor para el crecimiento de las plantas en comparación con las otras mezclas que probamos», dice Vanegas. Sin embargo, los investigadores están esperando hasta el momento de la cosecha para confirmar cual es la mezcla de tierra que produce mayores rendimientos y productos más sabrosos.
Otro resultado destacable es que las macetas con 100% de tierra para macetas desarrollaron un hongo que atrofió el crecimiento de las plantas, y que puede afectar a la absorción de nutrientes por las raíces. Sin embargo, las macetas que incluían cualquier cantidad de vidrio reciclable no desarrollaron ningún hongo. Los investigadores están recopilando datos para determinar por qué podría estar pasando esto.
Estos resultados son especialmente prometedores porque el estudio se realizó sin fertilizantes, pesticidas ni fungicidas. A partir de su experiencia en el sector agrícola, señala que muchos de los productos químicos que se aplican a la tierra afectan a personas que trabajan o viven cerca de comunidades agrícolas.
Fuente: elmundo.es