Descubren que los virus que infectan a bacterias se comunican para contagiar

Un grupo de investigación del Instituto de Biomedicina de Valencia (IBV), del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha descubierto que los virus o bacteriófagos que infectan a las bacterias pueden comunicarse entre sí para establecer estrategias de contagio.

Según informó este miércoles el CSIC, los resultados del estudio, donde colaboraron investigadores del Imperial College de Londres, demostraron que, aunque se desconoce la función biológica de esta comunicación, el hallazgo podría utilizarse para activar estos microorganismos contra bacterias patógenas o resistentes a antibióticos.

Los bacteriófagos (también llamados fagos) son los organismos más abundantes de la Tierra. Son virus que sólo infectan a las bacterias con estrategias que varían según sus ciclos de vida: lisis o lisogenia. En el ciclo lítico, tras infectar a la bacteria se multiplican generando múltiples copias que se vierten al medio al destruir (lisar) la bacteria infectada.

En el lisogénico, se integran en el genoma de la bacteria sin dañarla, pasando a formar parte de ella durante generaciones. En este estado pueden recibir una señal activadora y pasar al ciclo lítico, generando nuevas copias y destruyendo la célula hospedadora, algo similar a los virus del herpes o hepatitis delta en humanos.

Los fagos pueden elegir entre ambas estrategias, aunque en la mayor parte de los casos se desconocen las razones.

Los científicos aseguraron que aún queda por dilucidar la función biológica de esa comunicación, es decir, si los fagos la utilizan para cooperar, engañar (difundiendo fake-news al entorno) o competir.

En este sentido, el investigador del IBV, Alberto Marina, aseguró que en el terreno de las aplicaciones del estudio, “los resultados obtenidos permitirían utilizar el sistema arbitrium dentro del campo de la terapia fágica, que consiste en utilizar a los fagos para luchar contra bacterias patogénicas o multirresistentes a antibióticos, respetando a las bacterias comensales y beneficiosas. Es decir, utilizarlos como antibióticos de altísima precisión”.

Fuente: lavanguardia.com