Descubren que los grandes terremotos siguen una “caída silenciosa” útil para predecirlos

Científicos de la Universidad Estatal de Oregon, OSU por la sigla en inglés, descubrieron un comportamiento en la trayectoria de los terremotos que llaman “caída silenciosa”, que ayudaría efectivamente a predecir los grandes sismos oportunamente.

También reciben el nombre de “arrastre de manto poco profundo” y “enjambres sísmicos”, y ocurren a lo largo de una falla de transformación, que es el límite de una placa tectónica donde los movimientos son principalmente horizontales, su descripción fue publicada en la revista Nature el 21 de enero.

La función de la “caída silenciosa”

“El deslizamiento lento, (caída silenciosa), desencadena directamente el deslizamiento sísmico, eso lo podemos ver”, explicó Vaclav Kuna, director del estudio y estudiante de posgrado en geología y geofísica del Colegio de Ciencias de la Tierra, el Océano y la Atmósfera de la OSU, según EurekAlert.

Agregó que el interesante hallazgo ayudaría a entender el funcionamiento de las fallas de diferentes tipos.

Las fallas de transformación, bajo el mar, vinculan “centros de dispersión” oceánicos desplazados, lugares en las crestas del lecho marino donde se forma una nueva corteza oceánica.

El instrumental, desplegado 130 kilómetros a lo largo de la falla Blanco, estuvo compuesto de 55 sismómetros que enviaron datos de 1.600 terremotos durante 1 año, entre los años 2012 y 2013.

“Es una falla sísmica muy activa que genera terremotos significativos a tasas más altas que la mayoría de las fallas en tierra, lo que la hace ideal para estudiar el proceso de generación de terremotos”, amplió Kuna.

La falla se extiende hacia el noroeste hasta un punto situado a unos 550 kilómetros de Newport, Oregon, Estados Unidos, en 1700 fue el lugar de un terremoto de magnitud 9, y los científicos pronostican que en unos 50 años las probabilidades de que se repita son del 40 por ciento.

Estructura terrestre

La Tierra está formada por capas debajo de la corteza, la piel más externa que varía en grosor desde unos 55 kilómetros, en la corteza continental en las cadenas montañosas, hasta unas 3.5 kilómetros en la corteza oceánica en las cordilleras oceánicas.

El límite entre la corteza y la capa siguiente, el manto superior, se conoce como el Moho.

“Vemos deslizamientos lentos y asépticos que ocurren en profundidad en la falla debajo del Moho y cargan la parte menos profunda de la falla”, dijo Nabelek. “Podemos ver una relación entre el deslizamiento del manto y el deslizamiento de la corteza. El deslizamiento en profundidad probablemente desencadena los grandes terremotos. Las grandes van precedidas de premoniciones asociadas a la fluencia”, concluyó el científico.

Fuente: bles.com