Descubren neuronas que conectan la grasa corporal con el cerebro
El hallazgo fue hecho en ratones. Es un ejemplo de cuán importantes son las neuronas sensoriales para la salud en el cuerpo humano
Durante años, los científicos creyeron que las hormonas que flotaban pasivamente en la sangre eran la forma en que la grasa de una persona, llamada tejido adiposo, solía enviar información relacionada con el estrés y el metabolismo al cerebro.
En los últimos años, sin embargo, quedó clara la existencia de una compleja red de comunicación cerebro-intestino, lo que llevó a los científicos a comenzar a mapear las neuronas de este “cerebro abdominal”, más recientemente llamado sistema nervioso entérico.
Ahora, los investigadores descubrieron neuronas sensoriales que transportan un flujo de mensajes específicamente desde el tejido adiposo al cerebro.
“El descubrimiento de estas neuronas sugiere por primera vez que el cerebro está investigando activamente la grasa, en lugar de simplemente recibir pasivamente mensajes al respecto. Las implicaciones de este descubrimiento son profundas”, reconoce Li Ye, del Instituto de Investigación Scripps (EE.UU.).
Neuronas del tejido adiposo
En los mamíferos, el tejido adiposo almacena energía en forma de células grasas, y cuando el cuerpo necesita energía, libera estas reservas. El tejido adiposo también controla una serie de hormonas y moléculas de señalización relacionadas con el hambre y el metabolismo.
En enfermedades como la diabetes, el hígado graso, la aterosclerosis y la obesidad, este almacenamiento de energía y señalización con frecuencia presenta problemas.
Los científicos saben desde hace tiempo que los nervios se extienden al tejido adiposo, pero consideraban que los nervios en la grasa pertenecían principalmente al sistema nervioso simpático, la red responsable de nuestra respuesta de lucha o huida que activa las vías de quema de grasa durante los períodos de estrés y actividad física. Pero los métodos utilizados para estudiar las neuronas más cercanas a la superficie del cuerpo o el cerebro no funcionan bien en el tejido adiposo, donde los nervios son difíciles de ver o estimular, lo que deja el tema poco claro.
Ye y sus colegas desarrollaron dos nuevos métodos que les permitieron superar estas dificultades de investigación.
Primero, crearon una técnica de imagen, llamada HYBRiD, que hizo que los tejidos de los ratones fueran transparentes, lo que les permitió rastrear mejor las vías de las neuronas mientras serpentean en el tejido adiposo. Para investigar mejor el papel de estas neuronas en el tejido adiposo, el grupo desarrolló una segunda técnica, que llamó ROOT, un acrónimo de “vector retrógrado optimizado para el cribado de órganos”, que destruye selectivamente pequeños subconjuntos de neuronas sensoriales en el tejido adiposo utilizando un virus, permitiendo así observar lo que sucede.
Los investigadores encontraron que casi la mitad de las neuronas en el tejido adiposo no se conectan al sistema nervioso simpático, sino más bien a los ganglios de la raíz dorsal, un área del cerebro donde se originan todas las neuronas sensoriales.
Las neuronas simpáticas se aceleran, las neuronas sensoriales frenan
Los hallazgos indican que las neuronas sensoriales y las neuronas simpáticas pueden tener dos funciones opuestas, con las neuronas simpáticas necesarias para activar la quema de grasa y la producción de grasa marrón, y las neuronas sensoriales imprescindibles para desactivar estos programas.
“Nos dice que no solo hay una instrucción de talla única que el cerebro envía al tejido adiposo”, dijo Li. “Es más sutil que eso; estos dos tipos de neuronas actúan como un pedal acelerador y un freno para quemar grasa”.
Fuente: tn.com.ar