Pedernal enganchado a una barra de madera. Así construían los neandertales sus lanzas hace unos 200 mil años.
Pero un detalle pasó desapercibido a lo largo del tiempo. ¿Cómo lo hacían para enganchar la piedra (principalmente sílice) con los palos?
Arqueólogos de la Universidad holandesa de Leiden propusieron averiguarlo.
Los científicos ya tienen asumido que el Homo neanderthalensis inventó el pegamento artificial más viejo del mundo.
Y para conseguirlo, esta especie extinta del género Homo que habitó Europa, Próximo Oriente y Medio y Asia Central hace, aproximadamente, entre 230 000 y 28 000 años, durante el final del Pleistoceno medio y casi todo el superior, utilizó alquitrán de corteza de abedul.
Los investigadores siempre creyeron que este material era demasiado complejo y difícil de conseguir para una cultura tan rudimentaria como la de los neandertales.
Pero los arqueólogos de la Universidad de Leiden demostraron que esta suposición era infundada, según un estudio publicado a finales de agosto.
Con los científicos Paul Kozowyk y Geeske Langejans al frente, los investigadores descubrieron no solo una, sino hasta tres fórmulas distintas para extraer el alquitrán de la corteza de abedul, un árbol caducifolio del género Betula originario de Eurasia.
Hacelo vos mismo
Para el sistema más simple únicamente se necesita un rollo de corteza y un fuego abierto. Los especialistas en arqueología experimental realizaron este descubrimiento durante un experimento en el que sólo utilizaron herramientas y materiales que poseían los neandertales.
“La preservación de adhesivos antiguos es increíblemente rara y no hay evidencia arqueológica directa sobre cómo se hizo el alquitrán durante el Paleolítico. En situaciones como esta, la arqueología experimental proporciona una ventana al pasado que de otro modo no existiría”, explican los científicos de Leiden.
Paul Kozowyk reconoció que en los primeros intentos solo consiguieron ”extraer pequeñas cantidades de alquitrán de corteza de abedul” o no obtuvieron “nada en absoluto”.
Entonces llegaron a la conclusión de que el fuego necesitaba ser controlado dentro de un rango de temperatura estrecho.
“Entonces descubrimos que hay más maneras de producir alquitrán, y que algunas funcionan incluso con una variación significativa de la temperatura. Por lo tanto, controlar con precisión la temperatura del fuego no es tan importante como se pensó inicialmente”, añade.
Las huellas más antiguas de esta práctica se remontan a un lugar de Italia en un momento en que sólo los neandertales estaban presentes en Europa.
También se encontraron bolas de alquitrán y residuos de adhesivos similares en Alemania, el más antiguo de los cuales data de hace unos 120.000 años.
El descubrimiento parece confirmar el asombroso ingenio y las capacidades intelectuales de los neandertales. Usaban el pegamento para unir huesos o piedras a un mango de madera para crear herramientas o armas.
“Un simple rollo de corteza en cenizas calientes puede producir suficiente alquitrán para producir una herramienta pequeña, y repetir este proceso varias veces (simultáneamente) puede producir las cantidades conocidas de los registros arqueológicos”, escriben los investigadores.
El equipo de la Universidad de Leiden fueron capaces de obtener 15,9 gramos de alquitrán utilizable en un solo experimento, que es mucho más que cualquier resto de alquitrán encontrado en los sitios del Paleolítico Medio.
Para que este proceso fuese exitoso, los neandertales necesitaban conocer ciertas propiedades de los materiales, tales como el grado de adhesividad y viscosidad.
”Lo que este documento refuerza es que todos los seres humanos de hace alrededor de 50.000 a 150.000 años atrás aproximadamente, eran culturalmente similares e igualmente capaces de estos niveles de imaginación, invención y tecnología”, dice Erik Trinkaus, antropólogo de la Universidad de Washington.
Fuente: clarin.com