CienciaDestacada

Descubren en Israel un fragmento de tejido teñido de rojo de unos 4.000 años de antigüedad

Un equipo de arqueólogos ha descubierto en el interior de una cueva en el desierto de Judea fragmentos de un tejido teñido con «Kermes vermilio», un insecto del que se extrae un fabuloso color rojo que en la antigüedad se asociaba con el poder

Localizada en el desierto de Judea, la Cueva de las Calaveras, llamada así por los siete cráneos humanos y otros restos óseos hallados en su interior en 1953 (datados en la Edad del Bronce Medio), ha sido de nuevo noticia tras el increíble hallazgo que allí acaba de llevar a cabo un equipo de arqueólogos de la Autoridad de Antigüedades de Israel.

En un comunicado oficial, el portavoz del organismo israelí ha informado del hallazgo en la cavidad de un trozo de tejido teñido con Kermes vermilio, un insecto hemíptero perteneciente a la familia Kermesidae con el que se elabora un tinte de un intenso color rojo.

Tras los análisis por radiocarbono a que ha sido sometido el fragmento de tejido, confeccionado con lino y lana, este ha sido datado en la Edad del Bronce Medio, concretamente entre los años 1954 y 1767 a.C. Pero lo que, según los investigadores, convierte este descubrimiento en único es el hecho de que el fragmento de tejido fuera tratado con un tinte que se empleaba exclusivamente en la ropa de las élites.

El color del poder

En un estudio publicado en la revista Journal of Archaeological Science: Reports, los investigadores de la Universidad de Bar Ilán y de la Universidad Hebrea han sometido el fragmento de tejido a un análisis de tintes utilizando cromatografía líquida de alta presión (HPLC). Con este método pudieron identificar hilos de lana entrelazados teñidos de rojo.

A pesar de que la técnica empleada para estudiar el fragmento es bastante invasiva, los investigadores solo han necesitado una pequeña muestra para detectar la presencia del tinte y comprobar que, en efecto, este procedía del Kermes vermilio, un insecto escama que parasita los robles, en particular el Quercus coccifera.

Pero lo que más ha sorprendido a los investigadores es el hecho de haber podido localizar un material tejido de esta antigüedad. Y es que debido a su naturaleza perecedera es extremadamente difícil que los fragmentos textiles se conserven. Sin embargo, las condiciones peculiares de esta cueva han hecho posible este importante e inédito descubrimiento.

En cuanto al color, los autores del estudio afirman que «el tono rojo, que va del naranja al rosa y al carmesí, ha tenido un simbolismo e importancia histórica muy significativos. El color rojo de las cochinillas basado en moléculas como el ácido quermésico o el ácido carmínico es estable y muy hermoso, lo que lo hace mucho más apreciado que los colorantes vegetales».

En hebreo, este tipo de tinte se conoce con el nombre de shani o tola’at shani, que significa «gusano carmesí», y aparece mencionado en todo el Antiguo Testamento junto con otros tintes preciosos como el azul y el púrpura.

El uso del Kermes vermilio también se menciona en el Papiro de Estocolmo, que contiene 154 recetas para teñir, colorear piedras preciosas, limpiar perlas e imitar el oro y la plata. El Kermes vermilio también aparece citado en algunas tablillas cuneiformes, descubiertas en yacimientos mesopotámicos, que datan del año 1425 a.C.

Fuente: nationalgeographic.com.es