Descubren dónde se creó el asteroide Ryugu

Hace un año, un centenar de instituciones científicas de 11 naciones echaron un primer vistazo al polvo recogido por una nave espacial japonesa del cercano asteroide Ryugu. Ahora se han revelado los resultados de los análisis realizados en los meses posteriores, que aportan datos nuevos y reveladores sobre la larga travesía de este viajero cósmico.

El extenso equipo científico lo encabeza Tomoki Nakamura, de la Universidad de Tohoku en Japón. Y también incluye, entre muchos otros especialistas, a Esen Ercan Alp, del Laboratorio Nacional de Argonne en Estados Unidos.

Las muestras de Ryugu fueron recolectadas cuidadosamente y transportadas a la Tierra durante la misión a dicho asteroide de la sonda espacial Hayabusa 2, de la agencia espacial japonesa (JAXA). Tras ser recogida en la Tierra la cápsula que las contenía, las muestras se enviaron a instituciones de diversas partes del mundo.

Tal como subraya Esen Ercan Alp, para los astrogeólogos, estas muestras son información de primera mano que viene directamente de otro astro del sistema solar y por tanto su valor científico es enorme.

En el punto de su órbita más cercano al Sol, el asteroide Ryugu se acerca hasta unos 145 millones de kilómetros de distancia de nuestra estrella, y en el punto de su órbita más lejano al Sol se aparta hasta unos 212 millones de kilómetros de distancia a este. La órbita de la Tierra está dentro de un sector de esta franja orbital. Por tanto, Ryugu se mueve exclusivamente dentro de nuestro vecindario planetario más inmediato.

No obstante, según los resultados del macroestudio, este astro comenzó su viaje cósmico a varios miles de millones de kilómetros de la Tierra, en la periferia de nuestro solar. Tras su formación allí, hace más de 4.000 millones de años, viajó hasta nuestra zona del sistema solar.

Para el estudio fue de gran utilidad el acelerador de partículas APS (Advanced Photon Source), destinado a producir rayos X para experimentos científicos y emplazado en instalaciones del Laboratorio Nacional de Argonne. Los rayos X ultrabrillantes del APS pueden utilizarse para averiguar con gran detalle la composición química y estructural de las muestras.

Dos de los resultados de los análisis señalan inequívocamente a la periferia del sistema solar como la zona donde se formó Ryugu. Por un lado, los granos que componen el asteroide son mucho más finos de lo que cabría esperar si se hubiera formado a temperaturas más altas. Por otro lado, la estructura de los fragmentos es porosa, lo que significa que una vez contuvo agua y hielo. Las temperaturas bajas y el hielo son mucho más comunes en la periferia del sistema solar.

Los análisis han permitido reconstruir los puntos más importantes de la historia de Ryugu. Originalmente, formaba parte de un asteroide mucho más grande que se formó hace unos 4.500 millones de años. Estaba hecho de muchos materiales diferentes, entre ellos agua y hielo de dióxido de carbono (nieve carbónica), y durante los siguientes tres millones de años, el hielo se derritió. Esto dio lugar a un interior hidratado y a una superficie más seca.

Hace unos mil millones de años, otra gran roca espacial colisionó con este asteroide, fragmentándolo. Algunos de esos fragmentos se volvieron a congregar y a unir, hasta conformar el asteroide Ryugu que conocemos hoy.

El estudio se titula “Formation and evolution of carbonaceous asteroid Ryugu: Direct evidence from returned samples“. Y se ha publicado en la revista académica Science.

Fuente: noticiasdelaciencia.com