Investigadores del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (Inifap) desarrollan variedades de papa resistentes y tolerantes a enfermedades a través de fitomejoramiento.
Los expertos han acumulado clones y variedades con 700 por ciento más en rendimiento y 20 por ciento más de calidad, respecto a las tradicionales, y que cumplen con los requerimientos que demanda la industria de frituras. Las técnicas de mejoramiento han logrado rendimientos de 50 a 70 toneladas por hectárea y una calidad industrial en banda de 94-98 por ciento, explicó el investigador del INIFAP, Julián Víctor Magallanes González.
“Hoy tenemos más de tres mil clones avanzados con tolerancia o resistencia a diversas problemáticas, resueltas con la investigación y como respuesta a las demandas de los diferentes eslabones de la cadena de producción”, señaló en entrevista.
Detalló que la enfermedad punta morada de la papa ocasiona que “el tubérculo no sirva para freír, se pone negro, si se hierve queda duro y tiene mal sabor. Obtuvimos una variedad que no presenta la necrosis en el tejido interno o en la pulpa y que se puede freír o hervir y tener una calidad igual que cuando la papa esta sana”, indicó Magallanes González.
“En México antes se hablaba que los materiales no podían tener calidad para fritura industrial, hojuela tipo Sabritas o Barcel. Sin embargo, nosotros hicimos pruebas de frituras desde la tercera generación clonal que desarrollamos y encontramos que sumada a la tolerancia a enfermedades tenían alta calidad industrial”.
Precisó que con una de esas empresas trabajaron un proyecto entre 2008 y 2011 y encontraron materiales de “muy alta calidad, listos para ser utilizados por las grandes industrias o pequeños friteros pequeños del país”. No obstante, el material no se ha utilizado a gran escala porque “carecemos de un programa para multiplicar la semilla”.
Existe acercamiento entre el Inifap y una empresa semillera, que tiene un “esquema novedoso, de bajo costo y es impulsada por un programa de la Secretaría de agricultura y Desarrollo Rural. La idea es que ésta empuje la producción de semilla bajo el esquema del Servicio Nacional de Inspección y Certificación de Semillas, para que sea certificada y de alta calidad fitosanitaria y así ofrecerla a pequeños productores y ellos arranquen un programa fuerte de multiplicación y posicionarnos en el mercado mexicano”.
Consideró que son pocos los investigadores integrados a grupos de mejoramiento genético de papa. “Somos son ocho, no somos nada en relación con Brasil, que es nuevo en mejoramiento de papa, y Cuba, que tienen alrededor de 50 investigadores”.
Con más de cuatro décadas de experiencia en el cultivo, el experto del Programa Nacional de Papa del Campo Experimental Valle de México, resaltó que el rendimiento mencionado, en la actualidad está entre 30 y 40 por ciento, arriba de variedades como la holandesa Fiana.
“Nosotros tenemos limpio el material en banco de germoplasma, libre de virus y enfermedades y con alta calidad fitosanitaria, por lo que solo falta empezar la multiplicación de semilla a gran escala y proveer a la industria”.
En seis meses, el Inifap estaría ofreciendo semilla para empezar con 100 hectáreas en el estado de México, en una primera etapa. “Esto se convertiría en mil 500 hectáreas en la siguiente generación. Para la fase inicial se requiere de mil toneladas, el INIFAP solo no puede producirlas porque no tiene la capacidad, pero si entra la empresa sí podemos hacerlo”.
La previsión es cubrir en tres años la demanda del estado de México, donde el potencial de alto rendimiento y buena sanidad es de siete mil hectáreas; en los años siguientes se extendería la distribución de semilla a Sinaloa, Sonora, Puebla, Tlaxcala, Veracruz y Ciudad de México.
“Hay una empresa del estado de México a la cual le interesan dos mil hectáreas para dejar de traer papa del noroeste del país, que tienen calidad del 85 por ciento, que es alta, pero en el estado de México podemos obtener 92 o 95 por ciento de calidad, y a un costo menor que la que obtienen Sinaloa, Sonora y Saltillo, que hoy abastecen a la industria”.
El Inifap ha liberado siete variedades tolerantes a punta morada y paratrioza cockerelli, con calidad industrial para papa francesa y hojuela, resistencia a tizón tardío, vida de anaquel adecuada y piel apta para lavado, con contenido de materia seca de 19 a 21 por ciento. Se pueden cultivar desde los 50 a tres mil 400 metros sobre el nivel del mar en todas las regiones productoras de papa del país, en los ciclos primavera-verano y otoño-invierno.
En México hay un promedio ocho mil productores de papa, de los cuales unos dos mil están en el estado de México.
Fuente: jornada.com.mx