Demuestran cómo las mutaciones del SARS-CoV-2 permiten al virus esquivar el sistema inmune

Un nuevo estudio dirigido por científicos de la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard (Estados Unidos) ha mostrado cómo las mutaciones del SARS-CoV-2 hacen sea más apto y capaz de evadir el sistema inmunológico.

La investigación, publicada en la revista ‘Cell’, muestra que un SARS-CoV-2 mutado procedente de un paciente inmunodeprimido infectado crónicamente es capaz de evadir tanto los anticuerpos naturales de los supervivientes del COVID-19 como los anticuerpos fabricados en el laboratorio que se utilizan actualmente en el tratamiento de la COVID-19.

El caso del paciente fue descrito originalmente el 3 de diciembre de 2020 en el ‘New England Journal of Medicine’ por científicos del Brigham and Women’s Hospital, unas semanas antes de que las variantes del Reino Unido y Sudáfrica fueran comunicadas por primera vez a la Organización Mundial de la Salud.

Curiosamente, el virus derivado del paciente contenía un grupo de cambios en su proteína de espiga (el objetivo actual de las vacunas y los tratamientos basados en anticuerpo) y algunos de estos cambios se detectaron posteriormente en muestras virales del Reino Unido y Sudáfrica, donde parecen haber surgido de forma independiente, señalaron los investigadores.

El nuvo estudio, que se basa en el informe inicial del caso, muestra algo más alarmante aún. Algunos de los cambios encontrados en el virus derivado del paciente no se han identificado aún en las variantes virales dominantes que circulan en la población en general. Sin embargo, estos cambios ya se han detectado en las bases de datos de secuencias virales disponibles públicamente. Según los autores, estas mutaciones siguen siendo aisladas, pero podrían ser precursoras de mutantes virales que podrían extenderse por la población.

Los investigadores subrayan que las variantes detectadas inicialmente en el Reino Unido y Sudáfrica siguen siendo vulnerables a las vacunas de ARNm actualmente aprobadas, que se dirigen a toda la proteína de la espiga y no sólo a partes de ella. No obstante, los resultados del estudio también podrían ofrecer un anticipo de un futuro en el que las vacunas y los tratamientos actuales podrían perder gradualmente su eficacia contra las mutaciones de la siguiente ola que hacen al virus impermeable a las presiones inmunitarias.

“Nuestros experimentos demostraron que los cambios estructurales de la proteína viral de la espiga ofrecen soluciones que permiten al virus escapar a la neutralización de los anticuerpos. La preocupación aquí es que una acumulación de cambios en la proteína de la espiga con el tiempo podría afectar a la eficacia a largo plazo de las terapias de anticuerpos monoclonales y las vacunas que se dirigen a la proteína de la espiga”, explica el autor principal del estudio, Jonathan Abraham.

Fuente: infosalus.com