Demócrito y los átomos

Demócrito y nació hacia el año 470 a. C. en la ciudad griega de Abdera. Siempre tenía una actitud risueña, y agradable, sus conciudadanos los llamaban “el filósofo ruiseño” y puede que tomaran esa actitud suya por síntoma de locura, porque dice la leyenda que le tenían por lunático y que llegaron a recabar la ayuda de doctores para que le curaran.

Demócrito parecía albergar, desde luego, ideas muy peregrinas. Le preocupaba, por ejemplo, hasta dónde se podía dividir una gota de agua. Uno podía ir obteniendo gotas cada vez más pequeñas hasta casi perderlas de vista. Pero ¿había algún límite? ¿Se llegaba alguna vez hasta un punto en que fuese imposible seguir dividiendo?

Demócrito anunció su convicción de que cualquier sustancia podía dividirse hasta un límite y no más. El trozo más pequeño o partícula de cualquier clase de sustancia era indivisible, y a esa partícula mínima la llamó átomos, que en griego quiere decir “indivisible”. Según Demócrito, el universo estaba constituido por esas partículas diminutas e indivisibles. En el universo no había otra cosa que partículas y espacio vacío entre ellas.

Pero fue a finales de 1700 cuando el químico Joseph Louis Proust, químico francés, realizó mediciones muy cuidadosas de la formación de compuestos químicos, como por ejemplo el carbonato de cobre y comprobó, por ejemplo, que siempre que el cobre, el oxígeno y el carbono formaban carbonato de cobre, se combinaban en las mismas proporciones de peso: cinco unidades de cobre por cuatro de oxígeno por una de carbono. Dicho de otro modo, si Proust usaba cinco onzas de cobre para formar el compuesto, tenía que usar cuatro de oxígeno y una de carbono.

Poco más adelante, otro gran químico inglés llamado Dalton, pensó:¡Qué extraño!, “¿Por qué ha de ser así?” y analizó la posibilidad de las partículas indivisibles. ¿No sería que la partícula de oxígeno pesa siempre cuatro veces más que la de carbono, y la de cobre cinco veces más que ésta? Al formar carbonato de cobre por combinación de una partícula de cobre, otra de oxígeno y otra de carbono, la proporción de pesos sería entonces 5:4:1.

Dalton anunció su teoría revolucionaria de las partículas indivisibles hacía el año 1803, pero ahora en forma algo diferente. Ya no era cuestión de creérsela o no. A sus espaldas tenía todo un siglo de experimentación química, y de esta manera pudo confirmar aquella primera e inocente idea que 2000 años antes Demócrito había propuesto al mundo griego.

Fuente: 20minutos.es