Crean, por primera vez, compuestos que brillan con moléculas orgánicas

Las pinturas que brillan en la oscuridad (por ejemplo aquellas que se utilizan para señales viales o en relojes) se basan en compuestos inorgánicos e incluyen metales raros como europio y disprosio. Se trata de materiales costosos que requieren altas temperaturas para fabricar, y dispersan la luz. Ahora, un nuevo avance podría permitir crear compuestos más económicos, que requieren menos energía y también transparentes, gracias al uso de compuestos orgánicos. Esto último permitiría su uso en medicina.

Los materiales orgánicos utilizados, basados en carbono, pueden ser excelentes emisores y ya son ampliamente utilizados en los diodos emisores de luz orgánicos (OLED). Pero lograr una emisión de luz durante un largo periodo había sido complicado. Para salvar este obstáculo, expertos del Centro para la Fotónica Orgánica y la Investigación Electrónica (OPERA por sus siglas en inglés) de la Universidad de Kyushu, han creado películas formadas por la fusión de moléculas que donan electrones y otras que aceptan electrones, demostrando por primera vez una emisión de más de una hora a partir de materiales orgánicos sin necesidad de fuentes de luz intensa o bajas temperaturas.

“Muchos materiales orgánicos pueden utilizar la energía absorbida de la luz para emitir luz de un color diferente – explica Ryota Kabe, uno de los autores del estudio, en un comunicado –, pero esta emisión es generalmente rápida porque la energía se almacena directamente en la molécula que produce la emisión. Por el contrario, nuestras mezclas almacenan la energía en las cargas eléctricas separadas durante un tiempo más prolongado. Con los productos orgánicos, tenemos una gran oportunidad para reducir el precio de estos materiales. Gracias a ello podremos empezar a pensar en explotar la versatilidad de materiales orgánicos para desarrollar tejidos y ventanas brillantes en la oscuridad, o incluso sondas biocompatibles para imágenes médicas”.

El estudio ha sido publicado en Nature.

Fuente: Nature