Covid-19: México busca crear vacunas complementarias a las existentes

“Hoy los pacientes son más jóvenes y llegan con menor sintomatología, pero cuando llegan con la fiebre y cefalea, el paciente en la tomografía se asemeja a lo que veíamos en el día diez o doce en la primera y segunda ola. Esto es complicado clínicamente porque los pacientes están llegando graves”, señala el doctor Alejandro Ávalos.

El conocimiento sobre las vacunas y sus avances siguen siendo una interrogante alrededor de la pandemia por Covid-19, y México ha hecho diversos esfuerzos al respecto, por ello especialistas realizaron el conversatorio “Las vacunas contra la Covid-19: dudas, mitos y realidades” organizado por la Secretaría de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación (SECTEI) de La Ciudad de México.

El doctor Juan Pedro Laclette, del Instituto de Investigaciones Biomédicas (IIBO) de la UNAM, explica que desde nuestro país y con el contexto actual, el enfoque ha sido complementar la aportación de las vacunas, “hemos pensado que la vacuna que trabajamos se pueda utilizar como un refuerzo a las ya existentes”.

Dijo que competir contra las grandes empresas trasnacionales no es la idea, pues por ejemplo, Pfizer invierte más en investigación y desarrollo que todo México, y además recibió un subsidio del gobierno americano de mil millones de dólares. En ese contexto competir contra estas empresas es complicado, pero los investigadores han estado trabajando para que en el país se tengan opciones.

Aclaró que hasta el momento no se ha comprobado el poder combinar vacunas, se requiere evidencia, pero si se considera que la mayor parte de las vacunas están dirigidas hacia la misma molécula del virus, la famosa proteína Espiga o Spike (S), en teoría es posible utilizar las vacunas de manera complementaria, “pero esto requiere pruebas y todavía no se producen”. Aseguró que con el candidato que se está desarrollando en el IIBO y el Instituto de Biotecnología (IBt), la idea es hacer las pruebas primero en animales y posteriormente con rigurosos controles en las personas.

Recordó que México hace unas décadas era autosuficiente en vacunas, pero de pronto se fue desmontando esta capacidad, “por eso nosotros consideramos que el esfuerzo que estamos desarrollando ahora nos va a permitir armar otra vez esta maquinaria para que tengamos esta capacidad de respuesta más pronta ante una emergencia”.

Rosaura Ruiz Gutiérrez, titular de la SECTEI, agregó que esto sucedió por pensar que era más barato comprar las vacunas en el extranjero, pero esa política resultó totalmente fallida, “como muestra el momento actual donde tenemos que importar todo”.

Laclette agregó que hoy la estrategia es concebir una vacuna para lidiar por ejemplo con la variante Delta, pero predecir cuáles son todas las posibles variantes que van a surgir sería complicado. Otra estrategia es dirigir las vacunas hacia todo el virus, trabajar sobre virus atenuados tendría la capacidad de actuar de manera más integral, pero también hay otros inconvenientes.

La doctora Edda Sciutto, del IIBO concluyó que lo más importante de las vacunas de nueva generación es tener plataformas que nos permitan rápidamente, con base en la predicción de cuál es la cepa que está prevalente en el medio, reformular la vacuna, “es la estrategia que se contempla, pues metodológicamente es muy fácil tender a modificar la composición de la vacuna e incluir la cepa prevalente”.

Los virus siguen mutando ¿Cuáles son las diferencias en sintomatología o reacciones?

El doctor José Alejandro Ávalos, director de Prestación de Servicios Médicos y Urgencias de la Secretaría de Salud capitalina (Sedesa), explicó que de acuerdo con estudios, sobre todo en la zona del hospital Ajusco Medio, Cabrera y Tláhuac –hospitales que mantienen alrededor del 60% de los pacientes Covid-19 en la Sedesa– junto con el Instituto Nacional de Medicina Genómica, en México la variante Delta se ha instalado en el 95% de los pacientes graves tanto intubados como no intubados.

Se ha hecho un cuestionario de las diferencias entre los pacientes que llegaron el año pasado, en enero y ahora.

“Hoy los pacientes son más jóvenes y llegan con menor sintomatología, pero cuando llegan con la fiebre y cefalea, el paciente en la tomografía se asemeja a lo que veíamos en el día diez o doce en la primera y segunda ola. Esto es complicado clínicamente porque los pacientes están llegando graves, con una oxigenación por debajo de 85 lo que representa un daño pulmonar y complicaciones, además del sobre peso, diabetes mellitus, e hipertensión arterial, que son las tres principales comorbilidades que se tienen en estos hospitales”.

En este sentido el especialistas asegura que la población sí puede hacer algo, “en primer lugar vacunarse, pero a los primeros síntomas y ante la sospecha de Covid, en ese momento deberá empezar la atención, tomando en cuenta las comorbilidades, al primer síntoma es importante acudir a las áreas de triage para recibir orientación de acuerdo con el resultado”.

Hasta el 6 de septiembre, de los 11 hospitales Covid-19 a cargo de la Secretaría de Salud de la Ciudad de México, se tienen 485 pacientes internados, de ellos 304 no están vacunados, equivalente al 63%, 148 personas con primera dosis y 33 con segunda dosis. En los pacientes de segunda dosis en el 67 y hasta el 75% tienen más de dos enfermedades que coadyuvan a la progresión y gravedad del problema. “Esto es muy importante porque se ratifica la importancia de la vacunación y que también estemos sanos, llevando una vida sana pues no sabemos cuánto va a durar este problema”.

“Sería excelente que México fuera autosuficiente en vacunas y que reaccionáramos con toda prontitud. El desarrollo de las capacidades de generación de nuevos conocimientos y su aplicación le dan perspectiva de futuro a un país y mucho mayor fuerza para enfrentar un mundo tan complejo como el actual. La mejor inversión que puede hacer un país es en conocimiento, en ciencia, tecnología e innovación. Esta experiencia de la pandemia del Covid nos da la oportunidad de reflexionar las estrategias y corregir el rumbo”, dijo el doctor Juan Pedro Laclette.

¿Qué sabemos sobre la variante Mu?

La variante B.1.621, o mu, según la nomenclatura científica, fue clasificada como “variante de interés” por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y apareció por primera vez en la costa Atlántica colombiana en enero.

El nuevo linaje presenta mutaciones que podrían indicar un riesgo de resistencia a vacunas, aunque se necesitan estudios adicionales para determinarlo.

En México La variante Mu ha crecido muy poco en cuatro meses, únicamente se ha reportado una prevalencia de casi el 4% frente a Delta que se encuentra en la mayoría del país.

De acuerdo con la base de datos de Gisaid Initiative, esta variante ha sido identificada en al menos 35 países, uno de ellos es México, que ha tenido una prevalencia mayor que Lambda, pero mucho menor que la que predomina en todo el mundo, Delta.

De acuerdo con el Consorcio Mexicano de Vigilancia Genómica, mu fue detectada por primera vez el 19 de abril del 2021 y actualmente se encuentra presente en 20 estados y durante el mes de julio tuvo una prevalencia del 4.7% a nivel nacional.

En México ya hay una variante interna que se está monitoreando, la B.1.628, “Delta no la ha desaparecido, aunque están en bajo porcentaje”.

Proyectos de vacunas con investigación mexicana

  • El proyecto del TEC de Monterrey y la Universidad Autónoma de Baja California es una vacuna de ADN.
  • La vacuna de péptidos de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) y el Instituto Politécnico Nacional.
  • El IBt-UNAM desarrolla una vacuna recombinante y también participa en otra vacuna junto con la empresa Avimex y el Instituto Mexicano del Seguro Social.

Fuente: eleconomista.com.mx