Por primera vez en la historia datan huevos de dinosaurios de manera directa obteniendo la datación del carbonato de calcio que los fosilizó.
No a través de la obtención de la edad de los fósiles circundantes ni de las rocas que los rodeaban.
Eso ocurrió en las montañas del sureste de China, específicamente en el distrito de Yunyang, Shivan, de la provincia de Hubei, donde se encuentra el primer yacimiento de fósiles de huevos de dinosaurios de China: Qinglongshan (Montaña del dragón azul verde).
Allí, miles de huevos de dinosaurios yacen semienterrados desde hace más de 85 millones de años con un grado de preservación inconcebible.
Pero lo impresionante es que, hasta hace poco tiempo, nadie conocía con exactitud cuántos millones de años tenían esos huevos.
Sin embargo, un grupo de científicos chinos logró el hito histórico: determinar la edad exacta de los huevos fosilizados mediante una técnica nueva de datación directa.
¿Qué método emplearon?
Para lograr este hallazgo, los científicos aplicaron un método de datación llamado U-Pb in situ sobre carbonatos (minerales ricos en carbono). Lo que implica que midieron los restos de uranio y plomo de la calcita que se formó durante el proceso de fosilización de los huevos.
Gracias a un láser capaz de analizar trazas atómicas, los investigadores determinaron que los huevos tienen unos 86 millones de años.
Es decir que pertenecen a las últimas edades del Cretácico, cuando los dinosaurios aún dominaban la Tierra y el clima comenzaba a enfriarse lentamente.
Primera reserva china de huevos de dinosaurios
Qinglongshan es la primera reserva nacional de fósiles de huevos de dinosaurios en China.
Forma parte del Parque Geológico de Yunyang, un geoparque reconocido por la UNESCO por el valor científico, educativo, cultural y natural de sus paredes de fósiles de dinosaurios.
Es un sitio de investigación excepcional ya que allí se encuentran miles de huevos en nidos preservados de una manera casi intacta. En el yacimiento cada nido está formado por decenas de fósiles perfectamente conservados y ubicados en su posición original.
Muchos de ellos en tres dimensiones. Lo que significa que no se aplastaron ni se fragmentaron. Lo que permite estudiar detalles únicos del comportamiento reproductivo de los dinosaurios.
Estos fósiles, clasificados como Placoolithus tumiaolingensis, corresponden a un grupo de dinosaurios caracterizado por tener huevos con cáscaras porosas y estructuras ramificadas.
Para los científicos este yacimiento es excepcional, ya que los huevos permanecen en su posición original y sus formas están casi intactas. Esto les permite observar cómo anidaban los dinosaurios y qué condiciones ambientales lo hacían.
De hecho, la forma, tamaño y disposición de los huevos sugieren que las hembras excavaban nidos en suelos húmedos que estaban cerca de cuerpos de agua estacionales.
Es probable que eligieran estos lugares por su temperatura estable y su humedad constante, variables ideales para la incubación.
Cápsulas de tiempo
Hasta ahora, la edad de los fósiles se estimaba de manera indirecta, comparando los mismos con capas de roca o fósiles de otras especies aledañas de los cuales se conocía su edad.
Pero este estudio marca un nuevo hito: es la primera vez que se logra una datación sobre el propio huevo.
La calcita, un mineral conformado por carbonato de calcio, forma parte de la estructura original del huevo.
Durante el proceso de fosilización este mineral puede retener trazas de uranio, que con el paso del tiempo, se transforman lentamente en plomo.
Midiendo la proporción entre ambos elementos, es posible calcular el tiempo transcurrido desde la formación del mineral hasta la actualidad, es decir calcular su edad.
La Tierra se enfriaba
El momento en que se formaron los huevos de Qinglongshan, hace aproximadamente 86 millones de años, en el planeta se producía un cambio climático global: las temperaturas oceánicas descendieron unos 7 grados y la Tierra comenzaba a enfriarse.
Esto habría impactado en la biodiversidad y en la distribución de los dinosaurios. En el caso de Qinglongshan, la baja diversidad de especies de huevos podría reflejar un ambiente restringido, con pocas especies adaptadas a las nuevas condiciones ambientales.
En otras regiones, este enfriamiento progresivo marcó el comienzo del declive de los grandes dinosaurios antes de su extinción definitiva unos 20 millones de años más tarde, a finales del Cretácico.
Nueva herramienta de datación
Más allá del impresionante yacimiento y su grado de conservación, este estudio presenta una nueva herramienta: la datación directa de huevos mediante U-Pb en carbonatos.
Si la técnica se aplica a otros yacimientos, podría redefinir la cronología de las grandes cuencas con huevos de dinosaurio en China y el mundo y ayudar a comprender mejor los últimos capítulos de la historia evolutiva de estos animales.
Fuente: plazacielotierra.org


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