Cómo saber si tu cerebro está desactualizado

Casi como un software, nuestro cerebro es capaz de estar rezagado respecto a nuestra actualidad

Casi como un software, nuestro cerebro es capaz de estar rezagado respecto a nuestra actualidad. Así como lo lees. Sin embargo, es perfectamente posible mantenerlo actualizado y sincronizado con lo que sucede en nuestros tiempos, así que quédate a leer las siguientes líneas si te interesa contribuir a tener una salud mental sólida y estable.

Ahora bien, ¿a qué nos referimos con que nuestro cerebro está desactualizado? Es muy sencillo: existen determinados pensamientos que ya no corresponden a nuestra era, sobre todo aquellos que responden a miedos o temores provocados por aspectos que han dejado de estar presentes en nuestros tiempos.

Pongamos un ejemplo: Tener miedo a subirse a un avión porque pensamos que este se va a caer, se traduciría en una fobia desactualizada puesto que los aviones son lugares completamente seguros. Está claro que las probabilidades dejan una ventana mínima para que suceda un escenario desastroso, pero el porcentaje de que eso ocurra es absolutamente diminuto.

Así pues, es posible que en tu psique existan “fantasmas” que corresponden a tiempos anteriores. El cerebro es cortoplacista y recordemos que nuestros(as) antepasados(as) tenían prioridades muy distintas a las nuestras. Se limitaban a tratar de sobrevivir, por lo que sus pensamientos enfocaban actividades básicas como comer, dormir y hacer del baño.

Con la actualidad que vivimos y los diversos escenarios a los que nos enfrentamos, tenemos que concentrarnos en otros elementos. La innovación tecnológica, las redes sociales y la digitalización, y el estilo de vida tan apresurado que ahora nos pertenece, hacen que nuestra mentalidad tenga otras prioridades.

Aunque lamentablemente no podemos generalizar, en estos tiempos nuestra supervivencia está más o menos garantizada. Repito, a pesar de que aún falta alcanzar un bienestar total en las sociedades, para muchas personas el comer y dormir ya están más garantizados.

Aún así, hemos llegado a otro extremo y excedimos el límite de lo oportuno. Nuestras rutinas no permiten descanso, nuestros trabajos y escuelas no dejan de demandarnos tiempo, energía y esfuerzo. Ya no hay altos ni espacios de reflexión.

Por lo tanto, necesitamos encontrar un balance donde convivamos en armonía con todo avance que nuestra sociedad presenta, pero siempre recordando que somos seres humanos que necesitan estar sanos y sanas no sólo físicamente, sino también a un nivel emocional y psicológico.

Fuente: forbes.com.mx