Científicos revelan la conexión entre una región poco conocida del cerebro y la manera en la que percibimos el dolor
Un nuevo artículo de revisión, publicado en la revista Brain, demostró que una región del cerebro considerada como enigmática por los neurocientíficos puede desempeñar un papel importante en la forma en que experimentamos el dolor. Los hallazgos
Es una de las áreas del cerebro más densamente interconectadas y, sin embargo, una de las menos estudiadas. El claustrum, una región relativamente desconocida del cerebro, podría ser la próxima frontera para mejorar los resultados de los pacientes con daño cerebral, reveló un nuevo estudio publicado en la revista Brain.
Un equipo multidisciplinario de investigación de la Universidad de Oxford del Departamento de Fisiología, Anatomía y Genética (DPAG), el Departamento de Neurociencias Clínicas de Nuffield (NDCN) y Psicología Experimental (EP) descubrió nuevas pistas sobre la función de una de los más densamente interconectadas, pero aún raramente estudiadas, áreas del cerebro.
Los investigadores revisaron los estudios de pacientes con lesiones en el claustro, que -aunque son poco frecuentes -presentan alteraciones cognitivas y convulsiones. Además, la falta de enfoque clínico en el claustro puede significar que hay muchos más casos aún por descubrir.
También descubrieron un vínculo subestimado entre el claustrum y el dolor. Ya se sabe que existen vínculos entre el claustrum y la percepción, la prominencia y el ciclo sueño-vigilia, pero esta es la primera vez que un equipo de investigación muestra cómo el claustrum podría estar más involucrado en la experiencia debilitante del dolor.
“El problema de comprender cómo funciona el claustrum es que está en lo profundo del cerebro, y el daño que es específico de él es muy raro”, aseveró el doctor Adam Packer, autor principal del estudio. Y añadió “Lo que hace que sea más difícil averiguar lo que realmente hace es que estas raras ocurrencias también están relacionadas con una gama tan amplia de síntomas”.
Para el especialista, “cuando se daña el claustrum, los efectos son graves y se necesitan con urgencia mejores terapias. Es posible que el daño de esta región del cerebro sea más común de lo que creemos actualmente, y puede ser un componente crucial en muchos más casos de daño cerebral”.
Los investigadores encontraron varios casos registrados de infección, autoinmunidad u otro proceso que atacó al claustrum en particular, y al analizar los resultados de estos estudios y otros, los síntomas más comunes en los pacientes fueron deterioro cognitivo y convulsiones.
“Este trabajo es importante porque nos da una idea de los procesos cognitivos y neurológicos en los que puede estar involucrado el claustrum, y nos da objetivos a seguir en la investigación básica en el laboratorio”, finalizó el experto. Sin embargo, aseguró que se requiere más trabajo para comprender mejor el claustrum y el impacto del daño de esta región, lo que en última instancia podría cambiar las pautas clínicas.
Cuando el cerebro se lesiona o se enferma, el impacto en la calidad de vida es crucial. Por eso, las enfermedades neurológicas son la primera causa de discapacidad en el mundo. Sin embargo, en la actualidad, la realidad nos enseña que comenzar un nuevo proyecto de vida más allá de las secuelas neurológicas es posible gracias a un tratamiento integral e interdisciplinario.
Cuando se trata de lesiones cerebrales, es frecuente pensar tanto en la prevención o control de los factores de riesgos evitables como en la necesidad de un diagnóstico y tratamiento inmediato. Aun así, en mucho menor medida se tiene en cuenta que se requerirá de una etapa de neurorrehabilitación especializada y enfocada en la reinserción del paciente desde el punto de vista familiar, social y laboral. “El tratamiento en rehabilitación neurológica debe estar encaminado a la readquisición de las destrezas perdidas”, explicó el doctor Máximo Zimerman doctorado en Neurociencias y Neurorrehabilitación en el Hospital Universitario de Hamburgo, Alemania, y director médico del centro CITES INECO.
El especialista explicó que “la ciencia detrás de la neurorrehabilitación es la neuroplasticidad, y describe la facultad del sistema nervioso de cambiar su estructura y funcionamiento como reacción a la diversas situaciones y entrenamiento. Este potencial adaptativo permite mejorar las funciones comprometidas fortaleciendo la recuperación. Es para ello crucial un abordaje coordinado, estructurado e interdisciplinario basado en paradigmas modernos”.
Fuente: infobae.com