Científicos mexicanos logran desarrollar combustible a partir del árbol de ramón
Con el objetivo de generar nuevas alternativas de combustible, investigadores de la Unidad de Recursos Naturales y Energía Renovable del Centro de Investigación Científica de Yucatán (CICY) desarrollaron una nueva técnica para producir bioetanol a partir de la fermentación de la semilla del árbol de ramón (Brosimum alicastrum).
En entrevista, el maestro Edgar Olguín Maciel, estudiante de doctorado en el Posgrado de Energía Renovable del CICY, detalló que este proyecto busca optimizar la producción de bioetanol a partir de una fuente renovable de biomasa, el ramón. Asimismo, indicó que este trabajo se realizó bajo la asesoría del doctor Alfonso Larqué Saavedra y el doctor Raúl Tapia Tussell, investigadores de las unidades de Recursos Naturales y Energía Renovable del CICY, respectivamente.
También expuso que en el laboratorio se han trabajado dos alternativas para la obtención del bioetanol: la primera técnica es la de producción convencional, en la que se usan enzimas comerciales y una levadura nativa, aislada de la semilla de ramón; la segunda metodología es un bioproceso consolidado (CBP), donde un organismo es capaz de producir enzimas y, al mismo tiempo, tener la capacidad de fermentar los azúcares liberados en la hidrólisis para producir el bioetanol.
Olguín Maciel explicó que en el proceso convencional se utilizan enzimas comerciales para la hidrólisis del almidón seguido, del proceso de fermentación con una cepa de levadura nativa, mientras que en el bioproceso consolidado, la harina de ramón se inocula con un hongo capaz de producir una batería enzimática que desdobla el almidón en azúcares libres y, simultáneamente, este organismo fermenta los azúcares produciendo bioetanol y generando coproductos de valor agregado durante este proceso, por lo que los investigadores ya sometieron a patente ambos procesos para la protección de este trabajo científico.
Finalmente, Edgar Olguin Maciel destacó que el ramón es una gran área de oportunidad, ya que sus semillas tienen gran valor alimenticio para el ser humano y pueden ser utilizadas para la producción del combustible, sus hojas son empleadas para té y su forraje tiene alto contenido proteico para el ganado. Asimismo, destacó que el ramón no tiene problemas para desarrollarse en condiciones de estrés, como sequía o altas temperaturas propias de Yucatán, y mencionó que a partir de los cinco o seis años de vida del árbol, se puede cosechar el fruto de forma anual hasta los cien años (JCDO-JPQJ / Comunicación Institucional CICY).
Fuente: cicy.mx