Científicos han empezado a diseñar embriones artificiales a partir de células madre

En un avance que redefine los mecanismos para crear vida, los embriólogos de la Universidad de Cambridge (Reino Unido) han desarrollado embriones de ratón de aspecto realista a partir de células madre. Sin óvulo ni esperma; solo con células extraídas de otro embrión.

Los investigadores colocaron cuidadosamente las células en un andamio tridimensional y observaron, fascinados, cómo comenzaron a comunicarse y alinearse para dar lugar a la característica forma de bala de un embrión de ratón de varios días de vida.

En una entrevista, la responsable del equipo, Magdelena Zernicka-Goetz, afirmó: “Sabemos que las células madre son mágicas por su poderoso potencial de lo que pueden hacer. Pero no sabíamos que podían autorganizarse de una forma tan bella y perfecta”.

Zernicka-Goetz explica que los embriones “sintéticos” probablemente no podrían haberse convertido en ratones. No obstante, son una pista de que pronto podríamos tener mamíferos nacidos sin la necesidad de disponer de un óvulo.

Este no es el objetivo de Zernicka-Goetz. Ella quiere estudiar cómo las células de un embrión temprano comienzan a asumir sus funciones especializadas. Y explica que el siguiente paso consistirá en crear un embrión artificial a partir de células madre humanas; trabajo que se está llevando a cabo en la Universidad de Michigan y la Universidad Rockefeller (ambas en EE. UU.).

Los embriones humanos sintéticos serían una bendición para los científicos, ya que les permitirían desentrañar los eventos que tienen lugar al inicio del desarrollo. Y dado que tales embriones comienzan con células madre fácilmente manipulables, los laboratorios tendrán muchas herramientas, como la edición genética, para investigarlos a medida que crecen.

No obstante los embriones artificiales plantean cuestiones éticas. ¿Qué pasa si no se pueden distinguir de un embrión real? ¿Cuánto tiempo pueden crecer en el laboratorio antes de sentir dolor? Los expertos en bioética afirman que necesitamos abordar estas preguntas antes de que la ciencia vaya más allá.

Fuente: technologyreview.es