Científicos descubren una bacteria que ayuda a saciar el apetito y a bajar de peso
Consumir este probiótico dos veces al día ayudó a perder peso a personas con sobrepeso que seguían una dieta restrictiva de calorías. Conoce más sobre la bacteria Hafnia alvei
Para que las personas con sobrepeso adelgacen se suele recomendar la trilogía sagrada basada en el ejercicio físico, la buena nutrición y el descanso. No obstante, no en todas las personas funciona de la misma manera ni da los mismos resultados, así que se buscan otras opciones de ayuda.
En un reciente ensayo del Hospital de Rouen (Francia) parecen haber encontrado un buen asistente en la bacteria Hafnia alvei en un test con roedores y los expertos de la Universidad de Ginebra (Suiza) desarrollaron posteriormente otro con humanos.
Según se explica en el primer informe publicado en National Center for Biotechnology Information, consumir esta bacteria ayuda a producir un probiótico potencial llamado ClpB que «reduce la ingesta de alimentos, (ayuda a gestionar) el peso corporal y (controla) el aumento de masa grasa».
La segunda investigación sobre esta bacteria que se puede hallar en algunos lácteos y carne envasada se aporta el resultado de las pruebas con 212 humanos con sobrepeso que redujeron las calorías de su dieta en una quinta parte durante tres meses al tiempo que la mitad del grupo tomaba dos veces una píldora con la bacteria Hafnia alvei cada día.
Los expertos midieron el índice de grasa muscular de los individuos al principio del experimento y 90 días después para calcular el peso y si el adelgazamiento había sido saludable. Los resultados entre los que habían tomado el probiótico es que había perdido un 55 % de su grasa en comparación con el 41 % que no había tomado nada. Además, las preguntas periódicas a los sujetos del test revelaron que quienes habían tomado la píldora se sentían más saciados en general que el resto.
Para los investigadores, esto abre una puerta para ayudar en terapias con la obesidad, aunque antes tendrían que reducirse los efectos secundarios al tomar probióticos recetados, según recuerdan los mismos autores del segundo informe.
Fuente: mui.kitchen