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Científicos desarrollan un robot blando que imita la pata de una araña

Los investigadores Indrek Must y Kadri-Ann Valdur del Instituto de Tecnología de la Universidad de Tartu han creado una pierna de robot modelada a partir de la pata de una araña pepino. El robot blando creado en colaboración con el Instituto Italiano de Tecnología podría en el futuro moverse allí donde los humanos no pueden.

En los organismos, el líquido es lo que une los órganos, los vasos sanguíneos y el sistema musculoesquelético en su conjunto. Por ejemplo, la hemolinfa, un líquido parecido a la sangre que se encuentra en el cuerpo de una araña, permite la activación muscular y la flexibilidad del exoesqueleto. Fue la araña pepino que habita en Estonia la que inspiró a los científicos a crear un robot blando complejo , donde las partes blandas y rígidas están hechas para trabajar juntas y están conectadas por un líquido.

Según Indrek Must, profesor asociado de robótica blanda, el robot blando diseñado se basa en una razón real. «En términos generales, nuestro objetivo es construir sistemas a partir de materiales naturales y artificiales que sean tan eficaces como en la vida silvestre. La pata robótica podría tocar objetos delicados y moverse en los mismos entornos complejos que una araña viva», explica.

En un artículo de investigación publicado en la revista Advanced Functional Materials , los investigadores muestran cómo un pie robótico toca un estambre de prímula, una telaraña y un grano de polen. Esto demuestra la capacidad del robot blando para interactuar con estructuras muy pequeñas y delicadas sin dañarlas.

La pierna fabricada tiene el tamaño de una uña meñique y consta de un exoesqueleto de resina fotopolimerizable y un músculo artificial de polipirrol. De manera similar a un músculo natural, un robot blando se activa mediante una señal eléctrica . Todo el exoesqueleto contiene una solución de electrolitos que rodea tanto un tendón más rígido hecho de resina como un músculo artificial de polímero electroactivo.

La solución se comporta como la hemolinfa en las arañas y afecta las propiedades del exoesqueleto así como el movimiento: el líquido hace que el exoesqueleto sea más flexible y la pata comienza a moverse debido al cambio en la forma del polímero.

La robótica blanda está inspirada en la vida salvaje. En el futuro, los robots podrán operar en lugares donde los humanos no pueden o no pueden ir, por ejemplo, moviéndose dentro de una persona como nanorobot durante una cirugía o buscando sobrevivientes en una zona de desastre.

Fuente: techxplore.com