Científicos del MIT enviaron una caja del tamaño de un microondas que podría ser clave para la construcción espacial
¿Qué tiene de especial esta misteriosa caja y por qué es importante para futuras misiones espaciales tripuladas de larga distancia?
El futuro de la exploración espacial está en las misiones tripuladas de larga distancia y por un extenso periodo de tiempo. La Luna y Marte son los sitios a los que apunta la NASA y otras agencias espaciales, pero es incierto hacia donde nos llevará la ciencia dentro de 100 o 200 años.
Sin embargo, centrándonos en lo inmediato, los viajes hacia la Luna y Marte son una realidad palpable. El satélite natural tendrá nuestra visita a finales de esta década y el planeta rojo, probablemente vea a un humano unos años después.
Entonces, para lograr materializar estos proyectos se necesitan de invenciones como la que desarrolla Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT por sus siglas en inglés). Se trata de una caja del tamaño de un microondas que pretende revolucionar la construcción espacial.
Según reseña El Español, uno de los elementos más curiosos para resaltar este invento, más allá de su ciencia como tal, es que los científicos del MIT lo desarrollaron para que funcione en entornos de microgravedad. En la Tierra, en la que abundan componentes para el desarrollo de la vida tal y como la conocemos, no tendría ningún tipo de utilidad.
De esta manera, se toma en cuenta que está hecho única y exclusivamente para misiones en el espacio.
La caja misteriosa del MIT en la ISS de la NASA
Esta caja misteriosa es una suerte de materiales integrados por componentes elásticos que se asemejan a un globo. Adentro, en lugar de rellenarlos con aire, los científicos inyectaron resina. Con una fórmula, los hicieron sensibles a la luz ultravioleta y, siempre en el entorno de la microgravedad, es capaz de endurecerse cuando se expone a dicha iluminación en el espacio.
El exterior de la caja es de metal y en lo interno es que lleva el elástico con la resina. Debido a este mecanismo, los científicos lo han diseñado para que sea capaz de fabricar una pieza en cuestión de instantes. Así se reduciría en enormemente la cantidad de carga que se envía al espacio, ya que este sería un método para fabricar objetos necesarios en el espacio.
El experimento desarrollado en la ISS ya atravesó su primera fase de 45 días. Ahora, los equipos científicos se preparan para la segunda etapa. Por ahora quieren asegurar que el material final sea lo suficientemente sólido como para usar en el espacio.
Fuente: fayerwayer.com