Científicos creen haber encontrado un modo de predecir las erupciones de volcanes marinos
Los biólogos saben desde hace un tiempo que los corales son capaces de guardar información sobre los cambios ambientales que se han producido en largos períodos en los mares donde han crecido, pero acaban de descubrir que esa capacidad también puede ayudar a predecir las erupciones volcánicas.
Un equipo de quince investigadores publicó este mes -en la revista Chemical Geology- un estudio sobre los gases nobles que pueden encontrarse en el esqueleto de corales negros recogidos alrededor del volcán submarino de El Hierro, en el archipiélago español en el Atlántico, donde se produjo una erupción en octubre de 2011.
El trabajo compara los gases atrapados en los corales negros con los que pueden hallarse dentro de las rocas emitidas por el volcán Tagoro (basanitas), para dilucidar, a través de una comparación de isótopos, si los gases nobles presentes en los esqueletos de esos seres vivos marinos estaban ya con anterioridad en el agua del mar o proceden, con certeza, del magma del manto terrestre.
El artículo subraya que las muestras de coral recogidas en el mar de Las Calmas contienen una relación isotópica de helio (helio-3) idéntica a la de las basanitas, por lo que tiene una vinculación “directa” con la desgasificación del magma en profundidad que precedió a la erupción de 2011, incluso, a los miles de pequeños sismos que se registraron antes de nacer el volcán Tagoro.
“El helio-3 procedente del manto terrestre quedó atrapado en los esqueletos de esos corales unas semanas antes de que comenzara la actividad sísmica bajo la isla de El Hierro, que a su vez precedió en unos meses a la erupción del volcán Tagoro”, apuntan. Lo que podría ser utilizado como un modelo de predicción de estos fenómenos.
Álvarez Valero y sus compañeros de investigación recuerdan que una de las preocupaciones constantes de todos cuantos estudian los volcanes es desarrollar algún método fiable que avise de que se va a producir una erupción, para minimizar daños.
“En general, en un episodio de vulcanismo explosivo, las emisiones de gases y el tremor sísmico son con frecuencia los primeros indicadores geoquímicos y geofísicos del inicio de una erupción. Pero, en ambos casos, se trata de señales vinculadas a una erupción ya en marcha”, añaden los científicos.
Por ello, defienden que saber que unos meses antes de una erupción el subsuelo libera niveles anómalos de helio-3 (algo que no sólo se ha comprobado en El Hierro, sino también en la erupción de 2014 del monte Ontake, en Japón), sirve para estar atentos a un parámetro que puede ayudar a prever un fenómeno volcánico.
Fuente: EFE