Investigadores de la Universidad de Basilea lograron recrear un sistema de médula ósea humana en miniatura que produce sangre. Este avance podría revolucionar el estudio de cánceres hematológicos y la prueba de nuevos fármacos
La médula ósea, conocida como la «fábrica de sangre» del cuerpo humano, está compuesta por un tejido altamente especializado que incluye células óseas, nervios y vasos sanguíneos. Recientemente, un equipo de investigadores de la Universidad de Basilea logró recrear este complejo sistema en el laboratorio utilizando únicamente células humanas, marcando un hito en el campo de la biomedicina.
Este nuevo modelo de médula ósea, que incluye una mezcla completa de células y señales necesarias para la producción de sangre, ha demostrado ser capaz de mantener este proceso durante varias semanas. La investigación, liderada por el profesor Ivan Martin y el doctor Andrés García García, fue publicada en la revista Cell Stem Cell y podría transformar la forma en que los científicos estudian los cánceres de sangre y prueban nuevos tratamientos.
La médula ósea suele operar de manera silenciosa y pasa desapercibida hasta que su función se ve comprometida, como en el caso de los cánceres hematológicos. En esos momentos, es crucial entender cómo se produce la sangre y qué provoca que ese proceso se interrumpa.
Durante décadas, la mayoría de los estudios sobre la médula ósea se basaron en investigaciones con animales o en sistemas celulares simplificados que no podían replicar completamente el entorno humano. El nuevo modelo desarrollado por los investigadores de Basel incluye todos los componentes necesarios para simular el nicho endosteal, un microambiente clave en la producción de nuevas células sanguíneas que está relacionado con la resistencia al tratamiento en los cánceres de sangre.
Para crear este modelo, los científicos comenzaron con un andamiaje óseo artificial hecho de hidroxiapatita, un mineral natural presente en dientes y huesos. Luego, utilizaron células humanas reprogramadas en células madre pluripotentes, que pueden desarrollarse en diferentes tipos de células según las señales de su entorno. Este proceso permitió la producción de una amplia variedad de tipos celulares de médula ósea.
El resultado fue una estructura tridimensional que se asemeja al nicho endosteal humano, con un diámetro de ocho milímetros y un grosor de cuatro milímetros. Gracias a este modelo, los investigadores lograron mantener la formación de células sanguíneas humanas en el laboratorio durante varias semanas.
El profesor Ivan Martin destacó que, aunque se ha aprendido mucho sobre el funcionamiento de la médula ósea a partir de estudios en ratones, este nuevo modelo se acerca más a la biología del organismo humano. Esto podría complementar muchos experimentos con animales en el estudio de la formación de sangre en condiciones saludables y enfermas.
Además, el sistema podría ser útil en el desarrollo de fármacos. Sin embargo, el tamaño del modelo de médula ósea podría ser un inconveniente para probar múltiples fármacos o dosis simultáneamente, por lo que se necesitarían ajustes para optimizar su uso en este contexto.
En el futuro, este enfoque podría ayudar a guiar decisiones de tratamiento personalizadas para los cánceres de sangre. Los investigadores imaginan la creación de modelos de médula ósea específicos para cada paciente, lo que permitiría a los médicos probar terapias y determinar la opción más efectiva para cada individuo. Aunque se requieren más mejoras antes de que esto sea posible, el estudio representa un paso importante hacia esa meta.
Fuente: cadena3.com


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