Acaban de descubrir la proteína que regula la pérdida de pelo, mala noticia para el turismo a Turquía

Investigadores han descubierto una proteína que sería capaz de revertir la alopecia y hacer crecer de nuevo el pelo

Investigadores de la Universidad de California en Riverside son los “culpables”, según como lo mires, de este nuevo descubrimiento. Decimos “culpables” porque si realmente funciona como dicen, esto supondría el fin del negocio del implante capilar en Turquía.

Recientemente hablamos de un tratamiento japonés con células madre hace que vuelva a crecer pelo. Este estudio ha llevado 10 años, pero aseguran que ya han completado con éxito las pruebas con animales. El año pasado iban a comenzar con las pruebas en humanos, pero la pandemia les quitó el presupuesto.

En cuanto al caso actual, hablamos de una proteína como causante de todo, en concreto la denominada como TGF-beta. Esta se encarga básicamente de activar algunas células del folículo piloso para que produzcan nueva vida. Destacar que esta forma parte de procesos como el de cicatrización de heridas y parece que las células cancerosas se sirven de esta para su reproducción incontrolada.

Sin embargo, cuidado con las cantidades porque también tiene una función opuesta: el proceso de muerte celular.

Es por eso que han descubierto que este camino que acaba en muerte, puede ser reactivado, provocando entonces el resurgir de esas células y el pelo en última instancia. Y es que, las células madre de los folículos siguen latentes, a la espera de ser reactivadas.

“Incluso cuando un folículo piloso se suicida, nunca mata a su reserva de células madre”, afirman los investigadores. “Cuando las células madre supervivientes reciben la señal de regeneración, se dividen, crean nuevas células y se convierten en un nuevo folículo. Potencialmente, nuestro trabajo podría ofrecer algo para ayudar a las personas que sufren diversos problemas”.

Estos interesantes resultados sientan las bases para explorar tratamientos contra la caída del pelo ya no solo de aquellos que experimentan este proceso de forma natural si no de otros, ya sean hombres o mujeres, que lo sufren por estrés. Será crucial comprobar si realmente estamos ante un nuevo descubrimiento útil.

Fuente: computerhoy.com