Las personas que se sienten emocionalmente molestas o iracundas y realizan un gran esfuerzo físico para relajar sus mentes están triplicando su riesgo de infarto
Las enfermedades cardiovasculares constituyen a día de hoy la primera causa de mortalidad en todo el mundo. No en vano, y de acuerdo con las estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), los infartos de miocardio y los ictus fueron responsables solo en 2012 de 17,5 millones de decesos, superando así a los causados conjuntamente por el cáncer –8,2 millones de fallecimientos–, las enfermedades respiratorias –4 millones– y la diabetes –1,5 millones–. Y en este contexto, ¿qué se puede hacer para evitar estos infartos e ictus? Pues, simplemente, adoptar hábitos de vida saludable, caso de una alimentación adecuada. Y asimismo, tomarse las cosas con más tranquilidad. De hecho, un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad McMaster en Hamilton (Canadá), sufrir un ataque de ira o llevar a cabo un gran esfuerzo físico puede triplicar nuestro riesgo de padecer un infarto.
Leer más