Los investigadores del laboratorio de Jonathan Claussen en la Universidad del Estado de Iowa (EU), que se llaman a sí mismos nanoingenieros, han estado buscando maneras de usar el grafeno y sus propiedades sorprendentes en sus sensores y otras tecnologías.
El grafeno es un material asombroso: El panal de carbono tiene sólo un átomo de grosor. Conduce muy bien la electricidad y el calor; es fuerte y estable. Pero los investigadores han tenido dificultades para ir más allá de estudiar sus propiedades en pequeñas muestras de laboratorio, y llegar pedazos más grandes para aplicaciones del mundo real.
Trabajos recientes que utilizaron impresoras de inyección de tinta para imprimir circuitos y electrodos de múltiples capas de grafeno han hecho pensar a los ingenieros acerca de su uso en electrónica flexible, portátil y de bajo coste. Por ejemplo: «¿Podemos hacer grafeno a escala suficientemente grande para los sensores de glucosa?», se pregunta Suprem Das, investigador postdoctoral en ingeniería mecánica y técnico del Laboratorio Ames, del Departamento de Energía de EU.
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