La estevia (Stevia rebaudiana) es una planta originaria del noroeste de Paraguay, cuyo consumo como sustituto de azúcar brinda beneficios a la salud que la hacen una alternativa a considerar. Por ejemplo, se sabe científicamente que no contiene calorías ni produce efectos secundarios, como sobrepeso o caries. Asimismo, es antioxidante natural, disminuye la glucosa en sangre, controla la presión arterial, activa el sistema inmune y ayuda a reducir la ansiedad por el consumo de alimentos.
Sobre su cultivo y producción en México, Mónica Guadalupe Lozano Contreras, científica del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) refiere que la propia institución y una empresa privada traen al país las primeras plantas de estevia procedentes de Paraguay en 2010, a fin de hacer estudios que determinen la viabilidad de su siembra en territorio nacional.
En 2011 se registran las primeras hectáreas sembradas en Quintana Roo y para 2014 se reportan 70 mil hectáreas a nivel nacional. Actualmente se estima que hay aproximadamente 250 mil hectáreas cultivadas, en varias escalas de producción, en Quintana Roo, Yucatán, Campeche, Sinaloa, Nayarit, Jalisco, Colima, Michoacán, Guerrero, Oaxaca, Chiapas, Veracruz y Puebla.
El consumo de estevia es ancestral, pero apenas en la década de los 70 Japón la certifica como suplemento alimenticio, y sería hasta 2008 que la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) la autoriza como suplemento alimenticio; EU lo haría en 2009, México en 2010 y la Unión Europea en 2011. “La aceptación a nivel mundial ha sido lenta”, puntualiza la doctora en ciencias con especialidad en biotecnología por la Universidad Autónoma de Nuevo León.
Agrega que el cultivo se ha adaptado muy bien a los climas tropicales y subtropicales de México. De la planta se aprovecha la hoja y los tallos que contienen el mayor número de compuestos nutrimentales, la cual es sometida a un proceso de secado para después consumirse molida o en polvo, o bien se procesa para obtener un líquido concentrado o cristales, que es la forma más popular en que se comercializa.
De la producción anual aún no se tiene registro certero. Sin embargo, una hectárea puede dar un rendimiento de 4 a 8 toneladas por año, y en ello influyen factores como clima, región y manejo del cultivo, entre otros, explica la científica del INIFAP.
“Un kilo de hoja seca de estevia puede costar entre 60 y 200 pesos el kilo, de acuerdo a la calidad de la hoja y sus procesos de secado. Con esa cantidad se endulzan 150 litros de agua, en tanto que un kilo de azúcar hace lo propio con 25 litros de agua”.
Actualmente, en el mercado mundial la estevia es parte de la fórmula de cada vez más productos industrializados, desde refrescos de dieta, jugos de frutas, chocolates y goma de mascar hasta bebidas para deportistas, yogurt y muchos otros.
“La estevia tiene en México las condiciones adecuadas, es una planta muy noble y con muchos beneficios a la salud, cuyo cultivo es innovador y rentable. La información al respecto ya existe, de manera que el productor no empieza de cero, y el INIFAP pueden dar la asesoría necesaria”, enfatiza la investigadora del Campo Experimental Mocochá del INIFAP, en Mérida, Yucatán. (Agencia ID)