Científicos del Centro de Investigación en Química Aplicada (CIQA) desarrollan materiales con propiedades especiales para retardar la propagación del fuego en la ropa y los plásticos que ayudan a la protección del personal de salvamento, policiaco, militar o de gendarmería.
La doctora Adriana Berenice Espinoza Martínez, investigadora asociada A del Departamento de Procesos de Transformación en el CIQA, explica que los materiales retardantes a la flama son compuestos o aditivos que incrementan la resistencia a la ignición, es decir, retardan o inhiben la velocidad de combustión de los materiales.
Desde hace ocho años, la doctora Espinoza Martínez trabaja particularmente con el hidróxido de magnesio y de aluminio, materiales que se descomponen vía reacción endotérmica (absorbiendo calor) durante el proceso de combustión, produciendo los óxidos correspondientes y agua. Estos enfrían, diluyen el proceso y forman una capa intumescente, es decir, que se hincha y aísla.
No obstante, se tienen que agregar a los plásticos en concentraciones que van desde el diez hasta el 50 por ciento del peso final, lo que los convierte en materiales bastante rígidos.
Sin embargo, al conjuntarse con el grupo de investigación de materiales antiflama del departamento de Procesos de Transformación ha permitido desarrollar algunas combinaciones que, pese a los inconvenientes, mejoran el comportamiento térmico, mecánico y antiflama de los materiales y prueban su aplicación en las necesidades de la defensa nacional.
Las características que se buscan en los aditivos que desarrolla son que reduzcan la inflamabilidad de acuerdo a la normatividad requerida, que sean térmicamente estables a las temperaturas a las que se procesan los plásticos en la industria y que se presente afinidad con los plásticos a los que se van a incorporar. Asimismo, que mantengan o mejoren las características de los plásticos finales, que no sean tóxicos y de bajo costo.
La doctora Espinoza Martínez, quien es miembro nivel I del Sistema Nacional de Investigadores, agrega que actualmente se utilizan aditivos halogenados o a base de fósforo entre otros materiales con la finalidad de retardar la degradación cuando son expuestos a una llama.
“Pero en las últimas décadas han sido algo criticados porque son sustancias tóxicas que no son amigables al medio ambiente. También, se utilizan materiales intumescentes y algunos retardantes inorgánicos como hidróxidos metálicos”.
Pero el hecho de la investigación en el CIQA utilice materiales no halogenados reduce costos y mantiene una eficiente capacidad inhibitoria de fuego. Además, de la misma manera que inhiben el fuego también evitan la propagación.
“Un aspecto primordial del esquema sustentable bajo el cual opera el CIQA, es que estos aditivos y combinaciones sean amigables con el medio ambiente. Que no se generen sustancias secundarias cuando se estén procesando ni cuando se vayan a desechar y que puedan dañar al ecosistema”, finaliza la doctora Espinoza Martínez.
Desde hace diez años, el CIQA tiene una vinculación con la Fábrica de Vestuario y Equipo y del Centro de Investigación y Desarrollo del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos de la Secretaría de la Defensa Nacional. (Agencia ID)