El principal factor de riesgo para desarrollar cáncer de mama es tener antecedentes familiares de la enfermedad por parte de la madre, al cual se suman nunca haber estado embarazada, tener hijos después de los 30 años, inicio de la menstruación antes de los 12 años, así como la terapia hormonal antes o después de la menopausia, entre otros.

Sin embargo, los hábitos saludables ayudan a reducir considerablemente la probabilidad de padecer la enfermedad.

Mantener un peso saludable

El sobrepeso y la obesidad generan células de grasa que promueven una mayor producción de estrógeno, hormona que puede favorecer el desarrollo de tumores mamarios. Lo indicado es preguntar a tu doctor cuál es el peso saludable según tu edad, estatura, complexión y nivel de actividad física, y con ello hacer un plan seguro y razonable para bajar los kilos de más diseñado específicamente para ti y tus necesidades.

Actividad física

La Sociedad Americana Contra el Cáncer recomienda hacer ejercicio alrededor de cinco horas por semana para mejorar la calidad de vida y el estado físico, así como para reducir el riesgo de tener otras formas de cáncer.

Limitar consumo de alcohol

El alcohol puede incrementar los niveles de estrógeno y otras hormonas asociadas con el cáncer de mama, además de que daña el ADN de las células.

Los fabricantes de cerveza, vino y champaña sin alcohol han mejorado el sabor de sus productos, los cuales también se consiguen fácilmente. Usa tu creatividad para elaborar cocteles sin alcohol.

Consumir alimentos nutritivos

Limita la sal, el azúcar, los carbohidratos refinados y el alcohol. Los lácteos deben ser descremados. Opta por carnes blancas cocinadas al vapor, asadas a la parrilla u horneadas en lugar de fritas.

Limita los alimentos ahumados o conservados en vinagre. Prefiere ensaladas con aderezo sin grasa o verduras cocidas al vapor, horneadas o hervidas. Toma agua o bebidas sin azúcar, evita las gaseosas, el té helado dulce y los jugos. Limita los postres.

Dejar el tabaco

Los medicamentos para ayudar a dejar de fumar se pueden administrar en forma de píldora, chicle o parches transdérmicos. Consulta con tu médico si alguno de estos es adecuado para ti. La acupuntura y la meditación pueden ayudarte a aliviar la necesidad de fumar. (Agencia ID)