Sarotis es un ‘weareable’ que actúa como una segunda piel. Un ‘wearable’ que busca aumentar la percepción del usuario que lo lleva y que utiliza cámaras con hidrogel que se calientan o enfrían para simular cambios de temperatura y sentir la experiencia completa como si se tratase de la propia piel.

El Proyecto Sarotis pretende modificar la forma de interactuar y ver el mundo y conseguir tener una mayor percepción de todo lo que hay alrededor. La tecnología, desarrollada por Ava Aghakouchak y María Paneta, permite recrear sensación física como si fuese una nueva piel.

La prótesis fue desarrollada para estudiar si la conciencia del espacio podía amplificarse, según comparte Interactive Architecture, de la Universidad Colegio de Londres (UCL). Para ello, cuenta con sensores y sistemas de visión conectados directamente con el cuerpo.

Gracias a este ‘wearable’ se puede mejorar la percepción del entorno de las personas con discapacidad visual, y permite construir espacios virtuales dentro de un espacio físico, que los usuarios pueden experimentar a través de la prótesis.

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