Universitarios desarrollan exoesqueleto cuatro veces más económico que los ya comerciales
La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que anualmente entre 250 y 500 mil personas sufren lesiones medulares, es decir la pérdida parcial o total de sensibilidad o control motor de brazos, piernas o todo el cuerpo. Ante esto, académicos de la Facultad de Ingeniería de la UNAM desarrollaron un exoesqueleto capaz de auxiliar en la movilidad de pacientes con este padecimiento, con daños en cervicales y lumbares.
Se trata de un dispositivo externo que tiene un costo económico de diez a 15 mil dólares, considerablemente menor a otros modelos comerciales que oscilan entre 40 y 100 mil dólares.
El doctor Serafín Castañeda Cedeño, académico de la Facultad de Ingeniería, enfatizó que este primer prototipo permite al paciente levantarse, sentarse, subir y bajar escaleras, así como ascender pendientes de diez a 20 grados y lograr una velocidad de 12 a 15 pasos por minuto.
Creado en aluminio ligero, el exoesqueleto pesa 25 kilogramos, está diseñado para usarse por personas de 1.60 a 1.80 metros de estatura y un peso de 80 kilogramos máximo, además posee una batería que le permite autonomía de dos horas para realizar movimientos.
Con más de tres años de desarrollo, este prototipo cuenta con dos bastones para su funcionamiento; a través de una interfaz gráfica situada en ellos, el usuario selecciona el tipo de movimiento pregrabado que desea realizar, éste se comanda al exoesqueleto y se ejecuta la tarea.
“Cuenta con cuatro grados de libertad, cuatro articulaciones por cada una de las piernas, es decir puede realizar movimientos de flexión, extensión, abducción y aducción de cadera, flexión y extensión de rodilla y tobillo”, detalló el doctor Castañeda Cedeño.
El uso de este dispositivo universitario debe estar validado por un médico que determine los movimientos que el paciente debe seguir, así como el tiempo de realización y la velocidad; por ello, sus creadores prevén que se utilice en terapias y tratamientos de rehabilitación y, posteriormente, en hogares o espacios abiertos.
El grupo de científicos del Laboratorio de Mecatrónica, trabaja en una tercera versión del dispositivo. “Se buscan materiales más ligeros, con mayor autonomía, grados de libertad en tobillo y pie, para realizar tareas más complejas y que sea más económico que el actual”, finalizó el doctor Serafín Castañeda Cedeño. (Agencia ID)