Una tecnología que la NASA descartó ahora marca la diferencia en las etapas más exigentes del Tour de Francia
La tecnología termorreguladora desarrollada para los trajes espaciales se aplica ahora en ropa deportiva profesional
Durante el Tour de Francia, los ciclistas se enfrentan a condiciones térmicas extremas que pueden afectar a su rendimiento. Para adaptarse a estas variaciones, una empresa francesa especializada en equipamiento deportivo ha incorporado en sus prendas un tejido que utiliza una tecnología desarrollada originalmente en colaboración con la NASA.
La empresa francesa Ekoï, fundada en el año 2001 y con sede en Fréjus, ha integrado en su línea de ropa ciclista el tejido Outlast, un material capaz de regular la temperatura corporal gracias a un sistema basado en materiales de cambio de fase. Este desarrollo tiene su origen en los años 80, cuando Triangle Research Corporation recibió un premio de innovación de la NASA para estudiar cómo incorporar estos materiales en los guantes de los trajes espaciales.
Aunque finalmente no se utilizó en misiones espaciales, la investigación dio lugar a un nuevo tipo de textil comercializado bajo el nombre de Outlast, que permite absorber o liberar calor en función del entorno. Este material se basa en microcápsulas que cambian de estado —de sólido a líquido y viceversa—, ajustando así la temperatura para mejorar la comodidad del usuario.
Su aplicación en la alta competición
Ekoï conoció el material en la feria internacional de tejidos Performance Days, celebrada en Múnich, y decidió aplicarlo en sus productos para ciclismo profesional. La primera colección con tecnología Outlast se lanzó en julio de 2022, coincidiendo con la edición de ese año del Tour de Francia.
Durante la competición, la empresa observó mejoras en el comportamiento térmico de los ciclistas, especialmente en las etapas de montaña, donde los cambios de altitud conllevan grandes variaciones de temperatura. Además de la termorregulación, los maillots mejoraron la aerodinámica, al permitir a los atletas mantenerlos cerrados sin necesidad de abrirlos para ventilarse.Desde su lanzamiento, Ekoï ha incorporado el tejido Outlast en una gama cada vez más amplia de productos, entre ellos camisetas, guantes y calcetines
Según Celine Milan, directora de textiles de Ekoï, la asociación con la NASA tuvo un impacto inmediato: «Cuando se menciona la NASA, siempre impresiona», explicó. «Al principio, incluso aquí en nuestras oficinas decíamos: ‘¡Guau! Esta tecnología fue desarrollada por la NASA’. Es de otro nivel».
Fuente: libertaddigital.com