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¿Una revolución en computación cuántica? El MIT predice una forma exótica de materia

El MIT podría estar cerca de cambiar la computación cuántica para siempre. Su predicción sobre partículas exóticas llamadas alones no abelianos plantea la posibilidad de construir ordenadores más confiables y versátiles. ¿Qué hace a estos cúbits tan especiales y cómo podrían marcar un antes y un después en esta tecnología?

En 1982, los científicos descubrieron que los electrones podían fraccionar su carga eléctrica en circunstancias específicas. Este fenómeno dio lugar a las cuasipartículas fraccionarias, un hallazgo tan revolucionario que mereció el Nobel en 1998 para Robert B. Laughlin, Horst L. Störmer y Daniel C. Tsui. Sin embargo, este avance inicial requería condiciones extremas, como temperaturas ultrabajas y campos magnéticos intensos.

En 2023, nuevos experimentos eliminaron la necesidad de estos campos magnéticos, abriendo la puerta a predicciones más ambiciosas. Aquí es donde entra en escena el MIT, cuyo equipo ha propuesto la existencia de alones no abelianos, cuasipartículas con características que podrían cambiar radicalmente el panorama de la computación cuántica.

¿Qué son los alones no abelianos y por qué son importantes?

Liang Fu, líder de esta investigación en el Departamento de Física del MIT, explica que los alones no abelianos tienen una capacidad única: pueden «recordar» sus trayectorias en el espacio-tiempo. Este efecto de memoria no solo es fascinante desde el punto de vista teórico, sino que podría traducirse en cúbits más estables y resistentes a errores.

Según Ryan Wilkinson, otro investigador del proyecto, si se logra confirmar experimentalmente la existencia de estas partículas, podríamos construir ordenadores cuánticos más fiables y capaces de abordar un espectro más amplio de tareas. Los teóricos ya están trabajando en formas de manipular estas partículas para optimizar su rendimiento como cúbits funcionales.

Una apuesta en varias direcciones

Mientras que gigantes como IBM, Intel y Google apuestan por cúbits superconductores, otras empresas más pequeñas, como Atlantic Quantum e IQM, exploran enfoques diferentes. Cada tecnología tiene ventajas y desafíos. Los superconductores, por ejemplo, son prometedores para ampliar la cantidad de cúbits disponibles, pero son más susceptibles a errores que otras alternativas, como los cúbits de trampas de iones.

Por su parte, los cúbits superconductores necesitan temperaturas extremadamente bajas, de unos 20 milikelvin, para operar con el menor nivel de interferencia ambiental. En este contexto, los alones no abelianos se presentan como una solución potencialmente disruptiva, que podría superar estas limitaciones actuales.

¿El futuro ya está aquí?

El descubrimiento del MIT plantea más preguntas que respuestas: ¿serán los alones no abelianos la clave para lograr un ordenador cuántico funcional? Aunque aún queda camino por recorrer, el entusiasmo de los investigadores es evidente. Como señala Fu, “los teóricos debemos ser más audaces”.

Si esta predicción se confirma, no solo estaríamos frente a un avance técnico, sino ante una revolución que podría redefinir cómo entendemos y utilizamos la tecnología cuántica en nuestra vida diaria.

Fuente: gizmodo.com